Paco Mora

Paco Mora


La reaparición de José Tomás

13/08/2022

Hablar de José Tomás es como hacerlo del tiempo, de la crisis económica o del desafuero político… Un motivo de conversación. José Tomas es quién es y cómo es, y eso no tiene vuelta de hoja. Valor, todo. Personalidad hasta la pared de enfrente. Pero…
Pero a mí, y a otros muchos aficionados, nos habría gustado que el fenómeno hubiera hecho causa común con las grandes figuras del toreo como Morante de la Puebla, Julián López El Juli, Talavante, Manzanares, Roca Rey, Emilio de Justo, Juan Ortega, Aguado, Curro Díaz y la amplia nómina de toreros que se baten el cobre en todas la ferias, incluyendo a las jóvenes revelaciones como Tomás Rufo y Téllez, que conforman la plana mayor del toreo actual, para hacerle frente a la pandemia y luchar por mantener viva una de nuestras más firmes señas de identidad. 
José Tomás, pensando aquello de «el buey solo bien se lame» resolvió resucitar en solitario en el ruedo jiennense y en el alicantino, dando sendos recitales, cual un Nicolo Paganini del violín del toreo, que se sabe dueño y señor de la escena. Pero él le debe algo más al toreo como para permanecer inmóvil, mientras los arriba indicados salieron a luchar contra la pandemia, sin pensar en cachés astronómicos, toros ad hoc ni famas consolidadas. Claro que el euro es el euro ¿…? Es muy posible que a José Tomas le ocurriera como a Felipe II, cuando el almirante Nelson destruyó la Armada Invencible en Trafalgar, y también haya pensado que «no había mandado a sus barcos a luchar contra los elementos». Y eso cuenta en el debe del torero. Porque la Fiesta le ha dado mucho y él le debe otro tanto a la Fiesta. Dicho sea sin menoscabo de su mérito.