Muere Lucero el lince soltado en el término de Hellín

G.G.
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Desde la Asociación para la Defensa de la Naturaleza del Sur de Valencia se ha emitido un comunicado dando cuenta «del peligro de las balsas de riego», tras el ahogamiento del lince y un zorro

Imagen de archivo de la suelta del lince ibérico Lucero, en noviembre de 2021 - Foto: G. González

El Lince Ibérico Lucero, liberado el pasado mes de noviembre en una cantera ubicada entre los términos municipales de Hellín, Albatana y Tobarra, murió hace unos días por ahogamiento en una balsa de agua de la zona donde fue liberado, según ha podido saber La Tribuna de Albacete. Al parecer, según testigos presenciales, el lince y un zorro se peleaban en una zona distante unos cuatro kilómetros de Albatana, tras cruzar la carretera, y se marcharon corriendo en dirección al término municipal de Tobarra, en donde se les perdió la vista hasta que, horas después, fueron encontrados ahogados en una balsa de agua perteneciente a la comunidad de regantes de Albatana, a un kilómetro escaso de Tobarra y lejos de la cantera en donde fue liberado y donde se encuentra desde hace unos nueve años una hembra, Quastellana, que eligió la zona como refugio, y se le facilita comida y agua, siendo un lugar idóneo también por el poco tránsito de personas y la falta de otras especies depredadoras, así como la abundancia de conejos. Una vez conocida la noticia, la Asociación para la Defensa de la Naturaleza del Sur de Valencia (Adensva), emitió un comunicado en sus redes sociales, dando cuenta del peligro de las balsas de riego para la fauna, porque «muchas no están diseñadas para que, en caso de caída, el animal o la persona por mucho que sepa nada, pueda salir por sus propios medios. La lona se hace resbaladiza. Solo queda morir tras una larga agonía de espera. Esto es evitable, parémoslo».

Campaña. Con el lema #stopahogamientos, la asociación ecologista alerta sobre «la grave amenaza para la conservación de la biodiversidad que suponen las balsas y los canales» y piden que se apruebe una norma «que obligue a los titulares de este tipo de instalaciones a que adopten medidas eficaces para evitar ahogamientos de fauna».

Tras repasar la historia de Lucero, desde Adensva recuerdan que «la segunda oportunidad, se ha visto cruelmente truncada por la grave amenaza que suponen para la fauna los puntos artificiales de agua sin elementos antiahogamiento. Se trata de balsas de riego, depósitos anti incendios y canales para el transporte de agua, accesibles en muchos casos para la fauna, pero carentes en su mayoría de rampas que faciliten su salida». Esta carencia, según los ecologistas, «es debida a la falta de una normativa que obligue a los titulares de estas instalaciones a la presencia de dispositivos de seguridad para la fauna. Por ello cada año mueren en España miles de animales ahogados en este tipo de infraestructuras». Ahora habrá que esperar a que en el tiempo en el que Lucero convivió con Quastellana se produjera el apareamiento deseado por los responsables de la consejería de Desarrollo Sostenible y que en las próximas semanas pueda nacer un descendiente, algo que paliaría el dolor por la pérdida de este ejemplar único de Lince ibérico.