Emilio Ortiz presentó en Librería Popular de Albacete su último libro, Mil maneras de darte las gracias. El autor comentó a La Tribuna de Albacete esta historia, que tiene dos protagonistas, un hombre y un perro.  

Con Mil maneras de darte las gracias, ¿Cierra una trilogía?

El universo creado en A través de mis pequeños ojos a los lectores les ha gustado mucho y a mí también, he disfrutado. Tampoco garantizo que vaya a seguir escribiendo sobre estos personajes perrunos, pero la puerta sigue abierta, porque hay mucho que contar. A través de mis pequeños ojos es una novela en la que cada todos los personajes son inventados, incluyendo el canino, Cross, con rasgos biográficos míos y de mi perro guía, Spock. Luego, Todo saldrá bien, es una novela policiaca que está hecha con los personajes de la primera, como una secuela. Ambos títulos se pueden leer independientemente y ahora, este libro, Mil maneras de darte las gracias, es un homenaje frontal y abierto, a Spock, una biografía novelada. 

¿Enfoques distintos en cada una de las obras?

Sí, son tres enfoques distintos  de la misma materia emocional con ese formato de trilogía, pero está totalmente abierta, aunque por el momento no tengo en mente escribir un cuarto libro sobre este universo. Estoy con otros proyectos, pero podemos decir que no me quedaré en tres libros.  

¿Un homenaje novelado?

Sí, la franja temporal que he vivido con Spock son 10 años,  pero al tirar del hilo de la vida, te das cuenta que cuando has querido mucho a un ser, una persona, un perro, todo te conduce a él, a Spock en este caso, un arco iris de varios colores, por eso Mil maneras de darte las gracias, no solamente abarca esos años en los que hemos estado juntos Spock y yo. También tiene cuestiones muy profundas, preguntas que me hacía cuando empecé a perder la vista, cuando era pequeño, y todas esas preguntas, hoy, con la perspectiva del tiempo, encuentran respuestas con Spock, algo sutil, artístico, que se ha reflejado en la novela.  

¿Hay ficción?

No hay nada de ficción, no es como A través de mis pequeños ojos, en la que me alejé de lo biográfico, aunque luego los lectores  encontrasen paralelismos. Por ejemplo Mario es un joven de 22 años, estudiante de Económicas, con una vida muy distinta a la mía. Sí que el personaje de Cross estaba calcaldo de Spock. 

Mil maneras de darte las gracias es un homenaje intencionado, también es una forma de poner mis emociones en su sitio, ordenar esa estantería de las emociones, un libro de muchísima risa, aunque la pérdida está ahí. Casi me ha servido como terapia a la hora de resituar dónde tiene que estar Spock en la existencia. Como somos seres emocionales, la muerte no la comprendemos, ni la llegaremos a comprender nunca, quizá hasta por suerte. Es una manera de acercarme a la comprensión de la pérdida.  

La historia de un encuentro. 

Totalmente de acuerdo. Es como si hubiéramos ido caminando hasta que, en un punto concreto, en el 2010, nos encontramos en Estados Unidos y surgió todo, esa energía tan positiva. 

¿Muchas presentaciones?

Es impresionante, la fecha de salida era el 28 y la distribuidora hizo un esfuerzo para traerlo a Albacete antes, pero ha habido tal demanda que está en todas las librerías de España. Arrancamos en Albacete, porque siempre nos ha dado buena suerte y la editorial no me ha puesto ninguna pega. Nací en Baracaldo, pero como escritor lo hice en Albacete, cuando presenté A través de mis pequeños ojos. Se hizo en Librería Popular y fue impresionante, por eso hemos repetido libro tras libro. Luego iré, a Madrid, Bilbao, Valencia, Barcelona, Zaragoza. Claro, estaré en San Jordi y en la Feria de Madrid.  

Adelantó que ya está con otro proyecto literario.

Ahora escribo un libro que no tiene nada que ver con este universo. Es una historia de amor, pero no una novela romántica. Es amor que sirve como recipiente para contar otras cosas, es la historia de dos personas que se cruzan en la vida precisamente porque caminan por senderos opuestos y estoy en la forma más primitiva de la creación.