Serafín Zubiri dedicó ayer un pequeño concierto a los trabajadores municipales y hoy está previsto que ofrezca, a las 21 horas, en el Recinto Ferial, otro junto a la Banda Sinfónica Municipal de Albacete, dirigida por su titular, Miguel Vidagany. El cantante comentó a La Tribuna de Albacete las singularidades de este evento, Homenaje a Nino Bravo.  

Nino Bravo es ya patrimonio de todos. ¿Qué hace tan especial esta música, estas canciones?

Efectivamente, es patrimonio de todos. En el mismo momento en que desgraciadamente se fue, se convirtió en un mito inmortal. Además de eso, creo que Nino Bravo es el mejor cantante que ha dado nuestro país, está vivo para siempre, es parte de nuestro patrimonio, muy vigente siempre, con canciones importantes que todo el mundo conoce y es un lujo poder interpretar esas canciones para el público.  

¿Cuáles son las que más le gustan, las clásicas?

Las más conocidas por supuesto, pero luego hay canciones como Cartas amarillas, de Juan Carlos Calderón que me gusta mucho. Grabó 58 canciones y todas son muy bonitas, porque estaba muy bien elegido el repertorio. No tiene desperdicio, en absoluto, todo lo que grabó. 

¿Le gusta hacerlas suyas?

Claro que me gusta ponerles mi sello. Yo he aprendido mucho de la forma de cantar de Nino Bravo, pero luego, efectivamente, intento llevármelo a mi personalidad. Siempre digo que este espectáculo homenaje a Nino Bravo es para mí un regalo de la vida. Gracias a Nino Bravo he podido realizar el espectáculo más difícil de mi vida, pero también el que más satisfacciones me da. Estoy encantado con él. 

Orquesta, banda sinfónica, ¿con qué agrupación se siente usted más cómodo?

Con banda sinfónica llevo ya más de 100 conciertos y he recorrido el país. Con la banda que tenéis en Albacete, actuar es una maravilla, es una de las mejores con las que he trabajado,  entones vamos a disfrutarlo mucho.

Hay que animar al público, a la gente, y a los políticos también para que sigan apoyando nuestro patrimonio cultural.La vida no se puede entender sin cultura, hay que darle su sitio. 

Un año más que complicado para el mundo de la cultura.

Sí, sobre todo este último año con la pandemia, pero parece que poco a poco vamos saliendo del túnel.

¿Se siente más músico que deportista o presentador?

Más músico, claro. Lo primero es la música, por supuesto, pero el deporte me gusta y me ayuda mucho. También he hecho un poco de todo, radio, televisión. 

¿Tiene un buen recuerdo de sus participaciones en Eurovisión?

Sí tengo un buen recuerdo de las dos participaciones, hasta el punto de que tengo un espectáculo montado para hacerlo con banda de música, monográfico sobre Eurovisión, así que sí marca. Además de mis canciones, interpreto clásicos y ha quedado muy bonito.  

¿De todos los países?

Sí, hago bloques y desarrollo en cada uno lo más representativo de la participación española y los éxitos más importantes. Lo he centrado en cuatro décadas, 60, 70, 80  y 90 y así llevo el espectáculo. Para cerrar hago cosas, canciones, que son  más contemporáneas.

¿Alguna preferencia?

Evidentemente, ha tenido mucho recorrido Waterloo, de Abba. A mí me gusta mucho una que interpreto en el espectáculo, en los bises, que ganó en 2014, de Conchita Wurst y se llama Rise like a phoenix, que me parece una gran canción, pero hay muy buenos temas, como Volare, de  Domenico Modugno, que no ganó, quedó tercera. 

¿En proyecto alguna grabación?

El último es X una causa justa y, por el momento no tengo intención de grabar ningún disco, porque estoy muy contento con lo que estoy haciendo, ya que tengo otro espectáculo de música de los 70, que también funciona muy bien.