«Nos enfrentamos a los rivales y a nuestra propia historia"

C. Guzmán
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El técnico albacetense dirige al Real Murcia, un histórico del fútbol español que confía en sus aptitudes para devolverle al fútbol profesional tras haber dado el primer paso de salir del pozo de la Segunda RFEF

Mario Simón dirige un entrenamiento del equipo grana. - Foto: Real Murcia CF

Con un currículo ya respetable, Mario Simón (Albacete, 1981) cuenta con una amplia trayectoria en prácticamente todas las categorías del fútbol nacional. No le fue sencillo abandonar la disciplina del equipo de su tierra, pero el Real Murcia llamó a su puerta y se puso manos a la obra en la dirección de un club histórico con ganas de rehabilitarse. Tras dar el primer paso con el ascenso a Primera RFEF en 2022, en su segunda temporada busca devolver al club murciano a LaLiga, aunque la empresa resulta ardua. Simón relata a 'La Tribuna' la experiencia que vive en el club grana y sus impresiones acerca de la campaña del Albacete, su equipo de siempre.

Da la impresión de que el Murcia va de menos a más.
Es un equipo nuevo en la categoría, con una base del año pasado y eso conlleva un peaje de adaptación. Se nos fueron muchos partidos por detalles, lo hemos ido ajustando a la exigencia de la categoría y ahora estamos en una línea ascendente.

La categoría, al menos por los equipos que compiten, parece que tiene más nivel.
Me recuerda un poco a la Segunda División con la que hay poca diferencia. Cualquiera le puede ganar a cualquiera y creo que está más cerca del fútbol profesional que la antigua Segunda B donde había más desigualdad. Hay proyectos ambiciosos como el del Eldense, Castellón, Amorebieta, Numancia, Nástic, Real Unión, Atlético Baleares, Logroñés...

El Real Murcia es un histórico del fútbol español que, hasta ahora, ha dado la sensación de querer y no poder volver al fútbol profesional. ¿Qué ambiente se respira?
El de un club con una exigencia histórica. Te encuentras en la cuarta categoría del fútbol nacional, con problemas económicos en un momento crítico, pero hicimos lo más difícil que era volver a Primera RFEF y ahora mismo estable a nivel económico. Existe la sensación de que podemos optar a cualquier cosa cuando nos vemos en la zona alta peleando con los mejores y a todo el mundo ilusionado. Lo que pasó en Alicante ha despertado a todo el murcianismo después de muchos años sin conseguir nada.

Se presenta un final de temporada tremendo. Recibirán en las últimas jornadas al Castellón y al Eldense, que ahora mismo les preceden en la tabla.
A los equipos de arriba les recibiremos a casi todos en casa. Pero eso queda un poco lejos y veremos si en ese momento te juegas algo bonito o no. Ojalá podamos hacerlo porque la gente está deseando jugar partidos importantes con grandes rivales. Sería muy bonito después del ascenso del año pasado.

Después de haber jugado en Primera y en Segunda tanto tiempo, debe resultar complicado recuperar lo perdido.
Estas categorías son duras e igualadas. El año pasado hubimos de enfrentarnos a los rivales y también a nuestra propia historia porque el escudo pesa y parece que debes ganar fácilmente cuando no teníamos uno de los presupuestos más altos. Conseguimos algo bonito, enganchamos a la gente y ahora queremos aguantar en el grupo de cabeza y ver por qué somos capaces de luchar.

Estará encantado de trabajar en un club histórico, pero por lo que se cuenta tuvo una fase difícil a principio de temporada.
Tenemos la exigencia de ganar cada domingo y cuando no lo haces hay críticas y presión. Nunca he tenido la sensación de estar cuestionado por la directiva y de recibir un ultimátum porque creo que seguimos el camino correcto. Estoy orgulloso de entrenar a un club histórico como el Real Murcia y haber vivido lo del años pasado que, junto con debutar como entrenador del Albacete Balompié, ha sido la experiencia más bonita que me ha dado el fútbol.

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