La penúltima del abono fue una novillada en la que los ejemplares de Montealto dieron buen juego en general, aunque sólo José Fernando Molina paseó una oreja, del primero, en un festejo que registró un tercio de entrada y en el que la terna local dio la cara, aunque se quedó a mitad de camino con el buen ganado que saltó al ruedo. Molina dio una vuelta al ruedo tras despachar al cuarto, Moreno, que no estuvo certero con los aceros, fue ovacionado y Peñaranda fue ovacionado tras despachar a su primer enemigo y dio una vuelta al ruedo tras finiquitar al sexto, en una tarde con varios pasajes de lluvia.