Las ventas de las estaciones de servicio este año están lejos de ser las de otros ejercicios a causa de la emergencia sanitaria y la restricción de movimientos que supuso desde mitad de marzo, y tampoco los depósitos de combustible se llenan como antes durante la llamada nueva normalidad. Pero aun en esa situación la apertura de gasolineras en la capital albacetense continúa. Se está construyendo una nueva estación de servicio en la Avenida Escritor Rodrigo Rubio, junto al acceso a Campollano por el antiguo camino de Pozo Majano. Fuentes del Ayuntamiento explicaron a este diario que aparte de esta licencia para nueva gasolinera no hay otras por ahora en cartera; sí consta una licencia para reformar y mejorar la estación de servicio del centro comercial Los Llanos. Datos actuales del Ministerio de Industria señalan que hay 39 estaciones de servicio en término municipal de Albacete (con la que está en construcción serán 40), lo que supone que en menos de una década se han abierto media docena más. En ese tiempo, el parque de vehículos a motor de toda la provincia creció en 20.028 unidades.
Pero tener más gasolineras en la ciudad no es sinónimo de que el negocio sea ahora más rentable. Lo advertía Ignacio García, de la Asociación Provincial de Empresarios de Estaciones de Servicio (Apees): «El dato de que haya más gasolineras ahora es engañoso, en realidad es un sector el nuestro en declive; cabe hablar mejor de que las gasolineras se están reubicando, se abren en los grandes núcleos urbanos, pero dejan de prestar servicio en los núcleos rurales». Es un proceso continuo de pérdida de negocio que el sector lleva años denunciando, y que en los pueblos tiene que ver también con la prestación del servicio de repostaje en cooperativas que venden a precio de coste, y que venden también fuera de sus asociados: «En las zonas rurales tenemos esta fuerte competencia, y la clásica estación de servicio familiar, de pueblo, está en declive, si no desaparece lo hará en breve conforme se jubile la gente mayor, tienen los días contados». La situación de Albacete, con estas seis o siete gasolineras más en menos de una década, es distinta, apuntó García: «Los núcleos urbanos grandes mantienen cierta actividad, por eso se ven nuevas aperturas en Albacete», aunque también hay algún caso de cierre en los últimos años.
UNA CRISIS PROPIA. A esta tendencia que vive el sector en la provincia se une la considerable pérdida de negocio este año, explicaba Ignacio García desde Apees: «La situación económica que tenemos hace que este año el negocio haya bajado una media de casi el 40% en el sector, porque la movilidad bajó mucho, no hubo tránsito en Semana Santa, ni en puentes, ni las grandes ferias... Todo eso llevaba mucho movimiento en las carreteras y se ha perdido; la actividad económica por el Covid-19 se ha resentido en todos los sectores, y en este mucho; se ha recuperado un poco en verano, pero ahora otra vez vamos a menos, los gastos van por encima de los beneficios».
TODA LA INFORMACIÓN EN EDICIÓN IMPRESA