Chinchilla, nudo clave para el gas natural

A.G.
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La amenaza argelina de dejar de exportar por Marruecos revela la importancia estratégica del gasoducto que llega a la localidad

Estación de compresión de gas de Chinchilla de Montearagón, situada junto a la línea de ferrocarril. - Foto: Enagas

El gas natural ha estado constantemente de actualidad en las últimas semanas, tanto por un incremento de precios que ha llevado a subidas históricas de la factura eléctrica como por el anuncio del Gobierno de Argelia de que dejara de exportar gas a través de Marruecos, de donde parte el gasoducto Magreb-Europa (GME), que conecta con España a través de Tarifa.

La situación motivó incluso una reciente visita del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, quien aseguró que el país norteafricano mostró su compromiso de mantener el suministro a España a través de otro gasoducto submarino, el Medgaz, infraestructura de 757 kilómetros que conecta el puerto argelino de Beni Saf con Almería.

Esa vía de distribución convierte a Chinchilla de Montearagón en un enclave estratégico para la distribución del gas natural en el continente, ya que la entrada del hidrocarburo en territorio español se produce a través de otro gasoducto, el Almería-Lorca-Chinchilla, un tubo de acero de más de 300 kilómetros que concluye en la estación compresora de la localidad albacetense.

Gestionada por Enagás, esa conducción entró en servicio casi a la vez que el Medgaz, en 2011 y sirvió para diversificar las opciones de importación de ese preciado combustible y materia prima. En Chinchilla, conecta con el gasoducto Alcázar de San Juan-Montesa, que vertebra la distribución a toda Europa. A partir de la localidad ciudadrealeña, que cuenta con otra estación de compresión, parten las líneas que surten de gas a toda la parte oriental de la Península Ibérica. Mientras, desde el municipio valenciano parten buena parte de las infraestructuras de distribución por la costa mediterránea hasta el entronque con Francia.

Además, Chinchilla es también punto de enlace con el denominado Eje Transversal del Sistema Gasístico, que comienza en Cartagena, donde llegan los buques de transporte del gas licuado, llega hasta Guadalajara y, desde ahí, hasta Madrid.

Fuentes del sector del transporte de gas explicaron a La Tribuna que todavía no se han concretado los efectos de la amenaza argelina ni existe una previsión de aumentar el uso de la capacidad de transporte de la conexión entre Almería y Chinchilla, preparada para transportar 8.000 millones de metros cúbicos de gas anuales.

En cualquier caso, reivindican que situaciones así confirman la importancia de contar con una infraestructura de conexión directa con los países productores, pese a que España dispone de un sistema diversificado (o mallado, como suelen llamarlo en el sector) que facilita la importación por varias vías. También la conveniencia de la alta inversión que supuso la infraestructura, con unos 70 millones de euros para la conexión Almería-Lorca-Chinchilla, de los más de 600 destinados a Medgaz, iniciado por una compañía de la que actualmente son accionistas una sociedad estatal argelina  y la española Naturgy.

De esos costes, la estación de comprensión de Chinchilla supuso  un gasto aproximado de 44 millones. Situada al sur del núcleo urbano y cerca del eje ferroviario Madrid-Cartagena y Madrid-Alicante, dispone de tres turbinas de 139 megavatios de potencia y tres compresores, que sirven para elevar la presión del gas hasta 80 bares y aumentar así su capacidad de transporte.