Las trabajadoras sociales no vieron indicios de malos tratos

Josechu Guillamón
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La madre no informó a la pediatra y a la enfermera de Caudete de los vómitos que sufrió su segundo hijo durante varios días, ni de sus problemas respiratorios

Imagen de una de las responsables de los servicios sociales de Caudete (de espaldas), durante su declaración. - Foto: J. G.

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial ha acogido hoy una nueva sesión del juicio contra unos padres que se enfrentan a una pena de prisión permanente revisable por la muerte de sus dos hijos, con un año de diferencia, cuando ambos tenían cuatro meses de vida. Durante la vista de hoy han declarado las trabajadoras de los servicios sociales de Caudete las cuales han coincidido al señalar que ninguna de las dos vio indicadores de riesgo en el segundo niño.

En este sentido, ambas explicaron que recibieron aviso para vigilar el estado del segundo bebé de los acusados, tras la muerte del primero por un traumatismo craneoencefálico. En este sentido, los progenitores les contaron que su primer niño había muerto por una negligencia médica.

Las pediatras han comentado que en total realizaron al menor 21 visitas, de las cuales las tres primeras se llevaron a cabo en casa de los abuelos paternos de los menores, donde la pareja vivía inicialmente. Sobre el padre manifestaron que no le vieron prácticamente, porque estaba trabajando y en cuanto a la madre, manifestaron que siempre se mostró colaboradora y que daba una imagen de "sobreprotección" del niño, algo que vieron lógico por la muerte del bebé anterior. "La madre estaba en alerta, porque estaba muy vigilada, trataba al niño con cariño". "La veíamos muy preocupada por su hijo, era muy cuidadosa, lo entendíamos por lo que había pasado con el niño anterior".

Además las pediatras señalaron que prefirieron no coger al niño "por los antecedentes", aunque también refirieron un episodio en el que se ofrecieron a cogerlo mientras la madre preparaba el biberón y ésta se negó.

Por otra parte, también dijeron que sólo lo vieron una vez desnudo, porque la pediatra les había comentado que tenía un arañazo. "Nos mostró el arañazo, pero no vimos señal de maltrato o nada que se saliera de lo normal. En ningún momento vimos indicadores de riesgo".

También la trabajadora social del hospital de Almansa señaló que no habían visto signos de malos tratos.

Una vez que murió el segundo niño fueron a ver a la familia y les refirieron que el médico de Urgencias les había dicho que había fallecido por muerte súbita.

Durante la jornada también ha declarado la pediatra y la enfermera de Caudete, que señalaron que el niño acudía a las visitas programadas y que nunca notaron signos de dolor en el niño, ni fracturas. Por otra parte, han manifestado que la madre no les refirió en ningún momento que el pequeño tuviera vómitos continuos, ni mucho llanto, ni problemas de respiración, como se pudo ver en los mensajes de whatsapp de la madre.

El juicio continuará el lunes con la prueba pericial.