La huelga indefinida secundada por un sector del transporte por carretera está afectando también a aquellos colectivos que, de forma particular, se han organizado para colaborar con los exiliados ucranianos y con los que han decidido permanecer en el país invadido por Rusia. 

Uno de estos grupos lo han formado más de un centenar de nativos residentes en la provincia de Albacete, que desde hace tres semanas se encuentra recogiendo la donación particular de material y alimentos no perecederos que están realizando personas a título individual y empresas.

Tras enviar un primer camión que se descargó en la frontera de Ucrania con Polonia, este grupo ya tiene más de un centenar de palees preparados y dispuestos para ser cargados en otros cuatro camiones. Sin embargo, «con la huelga del transporte no encontramos ni chóferes ni vehículos para que viajen con todo este material hacia Polonia», afirmaba ayer Marta Kryvetska, una de las integrantes de este grupo.

La solidaridad del pueblo albacetense con esta iniciativa ha sido de tal calado que uno de esto cuatro camiones será financiado por la sociedad cooperativa Champinter de Villamalea. 

Un segundo camión podrá realizar el viaje entre Albacete y la frontera polaca con Ucrania gracias a la aportación del 50% del coste del viaje por parte del transportista y de las donaciones económicas realizadas a la cuenta abierta por este grupo, con las que se podrá cubrir el 50% restantes. De momento y hasta ayer, los otros dos camiones que se podrían fletar no cuentan con financiación suficiente para hacerlo, por lo que Marta Kryvetska hizo un llamamiento para lograr el presupuesto suficiente con el que cubrir los gastos del viaje.

Independientemente de la financiación, esta plataforma cívica insiste en que necesita tres conductores y tres vehículos para poder llevar todo el material y los alimentos donados por los albacetenses hasta Polonia y Ucrania.

A la espera de recibir esta financiación, este grupo de ucranianos ha solicitado ahora la donación de alimentación infantil que no vaya en tarros de cristal, biberones, sillas de bebé para coches de todos los tamaños y toda clase de alimentos no perecederos, material que se puede entregar en los locales municipales de la calle José Echegaray, número 26.