El Villarrobledo consiguió su primer punto de la temporada al empatar en casa, sin goles, ante el Socuéllamos. Borró así el regusto amargo que había dejado en el estreno del curso en Melilla, en el que había llevado un duro correctivo y había caído por tres tantos de diferencias. Deja como asignatura pendiente estrenarse en la red contraria, ya que mientras ambos equipos tuvieron paridad de efectivos, disfrutó de oportunidades para anotar. Sin embargo, la expulsión de Chico Díaz en el minuto 69 obligó a los pupilos de Edu Pérez a tener que refugiarse cerca de su área para conseguir sumar por primera vez en la presente temporada.
El punto varió de amargo a dulce para el Villarrobledo, que mostró falta de profundidad pero que sacó en positivo la capacidad de poder defenderse ante un equipo que en el tramo final le sometió.