Desalojan el Museo del Tambor de Tobarra "para consolidarlo"

G. G.
-

El edificio, que se ubica en la calle Mayor, fue la antigua iglesia de la Purísima y cuenta con unas pinturas y frescos que se pretenden recuperar con cargo al programa europeo EDUSI

Desalojan el Museo del Tambor de Tobarra "para consolidarlo"

Operarios municipales están procediendo al desalojo del Museo del Tambor, con el fin de que se lleven a cabo las obras de consolidación de las pinturas y frescos del siglo XVIII, con cargo al EDUSI, que se encuentran en las paredes y el techo, y que fueron redescubiertas en los años 90, “al retirar una capa encalada”. De los mismos realiza un interesante y completo estudio José Sánchez Ferrer en su libro Devoción y pintura popular en el primer tercio del XVIII: La ermita de la Purísima de Tobarra, publicado por el Instituto de Estudios Albacetenses, en 2002. En cuanto al Museo del Tambor de Tobarra, tiene su origen en el mes de noviembre de 1984 cuando se acordó, por iniciativa de José María Hurtado Ríos, su puesta en marcha, con la donación de cuatro piezas de diversas partes del mundo (Costa de Marfil, México, Túnez y Baena), siendo inaugurado oficialmente el 26 de marzo de 1986 en su sede inicial de la calle Francisco Cano Fontecha, en las instalaciones anexas al Centro de Mayores, según se indica en un folleto editado por el propio Ayuntamiento tobarreño. Poco a poco se fueron incorporando tambores de los cinco continentes, “gracias a la colaboración de José Antonio Ochando”, y una muestra de la mejor artesanía tobarreña, incluidos algunos tambores joya cedidos para exposiciones temporales. El incremento constante hizo que el local primigenio se quedara pequeño, por lo que se trasladó a su actual ubicación de la antigua ermita de la Purísima, en el entorno de la Plaza de España, cerca del Convento Franciscano y a pocos metros del Ayuntamiento. El edificio fue restaurado por los alumnos y monitores de una Escuela Taller, desarrollada entre 1990 y 1993 con subvención de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Las pinturas y frescos se redescubrieron por esos años “casi por casualidad, cuando se pretendía picar las paredes para arreglarlas y quitar la humedad”, según explica el alcalde de entonces, José Eduardo Martínez Izquierdo. Afirma Sánchez Ferrer en la introducción de su libro que “el conjunto está muy mermado ya que, prácticamente, ha desaparecido la pintura de los muros por debajo de la línea de impostas que une los capiteles y, por ello, la de los retablos laterales que existían y la casi totalidad del retablo mayor. Solamente se conservan con amplitud considerable los cortinajes de las paredes del tercer tramo; en menor proporción, también son visibles en algunas zonas de las paredes del lado del evangelio de los tramos primero y segundo”. Ahora toca, con el apoyo de los fondos de la Unión Europea y de la Diputación provincial de Albacete, gracias al proyecto EDUSI, recuperar las que no se han perdido para que la visita al Museo del Tambor tenga un valor añadido.

.