No hay mejor cierre a una etapa profesional que un homenaje en el que están presentes desde autoridades y directivos de la empresa hasta gran parte de los trabajadores. Este hecho dice mucho de la persona a la que se homenajea que, después de haber dedicado décadas de dedicación, inicia una nueva etapa, alejado de cuadros de explotación, inversiones, gastos y planes de viabilidad. Pues bien, Pedro Arcos, empresario del sector cuchillero y que en los últimos tiempos llevó con maestría las riendas de Arcos, la empresa de referencia cuchillera no sólo en Albacete, sino en España, se jubiló y recibió su merecido homenaje el viernes en el Parador de Albacete.
Pedro Arcos es un empresario intelectual que desprende humanidad por los cuatro costados. Para él por encima de balances y  resultados están las personas y así lo demostró a lo largo de las cuatro décadas en las que ha sido responsable del área administrativa de la empresa familiar que su padre, el recordado Gregorio Arcos, llevó hasta la excelencia y que sus hijos, el propio Pedro, Roberto y Ana, se esmeraron en mantener y proyectar hacia el futuro.
Hoy, Pedro Arcos inicia una nueva andadura, junto a su inseparable Marielena, en la que se dedicará a otro placeres de la vida, mientras observa, orgulloso, cómo sus hijos, Luis y Marta, y sus sobrinos -la novena generación de Arcos-, cogen las riendas de la empresa cuchillera.
En el homenaje, su hijo Luis recordó que le repitió hasta la saciedad ese proverbio italiano que dice que «después de una partida de ajedrez, el rey y el peón vuelven a la misma caja». Pues, querido Pedro, ahora pasas a ser peón, pero para todos los que te conocemos seguirás siendo el rey. ¡Disfruta de la vida!