Francisco J. Martínez

CARTA DEL DIRECTOR

Francisco J. Martínez


Juan Carlos Izpisúa

18/04/2021

Decía el polemista irlandés Bernard Shaw que «la ciencia nunca resuelve un problema sin crear otros 10 más» y eso es lo que parece que ocurre con el importante avance científico que consiguió el hellinero Juan Carlos Izpisúa y su equipo en un laboratorio chino. El albacetense logró desarrollar células humanas en el interior de un macaco, lo que da un salto científico enorme que puede facilitar los trasplantes, además de abrir un amplio abanico de aplicaciones para ayudar a millones de personas en el mundo. Ahora, también se abre un debate ético sobre este avance científico y el peligro de que caiga en las manos inapropiadas.
Creo que Juan Carlos Izpisúa es una de las personas más inteligentes que conocí, a la par que sencillo y discreto. No busca reconocimiento ni admiración, tan sólo está empeñado en desarrollar avances científicos con los que facilitar la vida al resto de la humanidad y, desde hace años, lo consigue paso a paso, pero sin darse la mayor importancia. Como decía Shaw, cada logro le lleva a plantearse nuevos problemas a los que enfrentarse para seguir con el avance. Y es que la ciencia es la herramienta fundamental para la supervivencia del ser humano en el mundo actual. Tenemos la prueba más fehaciente en el último año, en el que el sector sanitario tuvo que esforzarse al máximo para poder doblegar al Covid-19, una pandemia desconocida. Por eso, los gobiernos de las principales naciones del mundo deben dedicar todos los fondos públicos posibles a la investigación, porque es la llave que en momentos críticos decidirá quien sobrevive y quien desaparece. No es una cuestión baladí, es una inversión de futuro que algunos gobernantes no ven o no quieren ver.