La incidencia del glaucoma aumenta a partir de 60 años

Teresa Roldán
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La doctora Nieves Puerto, especialista en Oftalmología, aseguró que si bien la enfermedad cursa con una subida de la tensión ocular, no tiene relación estrecha con la hipertensión

La doctora Puerto, junto con otra compañera del Servicio, en una revisión a una paciente. - Foto: N.P.

El problema del glaucoma, como otras enfermedades, es que no duele ni da síntomas, hasta que no está en fases avanzadas, donde la pérdida de visión es importante. La oftalmóloga Nieves Puerto aseguró que el principal volumen de pacientes que son diagnosticados de esta patología tiene por encima de 60 años, aunque hay casos más precoces, con 40 años, y aunque cursa con una subida de la tensión ocular, no tiene relación estrecha con la hipertensión arterial. Afecta por igual a ambos sexos de la población y en nuestro medio el glaucoma más frecuente es el de ángulo abierto. Precisamente hoy se celebra el Día Mundial de esta dolencia, una celebración que según la doctora Puerto sirve para recordar a la población que no tiene glaucoma que esta enfermedad existe, precisamente porque es una enfermedad silenciosa.

A diferencia de otras enfermedades que tienen cura, los pacientes ya diagnosticados de glaucoma precisarán a lo largo de su vida de  revisados periódicas por los oftalmólogos. «El glaucoma es una enfermedad crónica, no existe tratamiento curativo. El mejor tratamiento es el que se instaura de forma precoz para evitar la progresión de la enfermedad», aseguró la especialista en Oftalmología del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete, que aclaró que «si bien tener la presión intraocular alta es el principal factor de riesgo de desarrollar glaucoma, la edad es el segundo factor de riesgo de sufrir esta patología».

Sobre los cuidados a tener en cuenta con los fármacos para tratar los síntomas del glaucoma, la doctora Nieves Puerto apuntó que «si hablamos de glaucoma de ángulo abierto o glaucoma crónico simple debemos prestar a tensión a las medicaciones con corticoides, fármaco que puede subir la presión intraocular y en aproximadamente un tercio de la población esa subida puede ser importante llegando a producir glaucoma corticoideo en personas predispuestas». Por ello, insistió en no hacer un mal uso de esta medicación y menos sin control oftalmológico o abusar mucho tiempo de estos colirios, porque «los pacientes pueden estar sometiendo a sus ojos a cambios en el sistema de drenaje ocular que derive en un glaucoma».

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