Paco Mora

Paco Mora


El abrazo más esperado del toreo

18/02/2023

«A buenas horas mangas verdes». El Cordobés (Benítez) padre y El Cordobés (Díaz) hijo se han reconciliado, con un abrazo entrañable. La risa alegre y exagerada de los dos toreros ha sido la foto de la semana. Alegría a raudales, que, aunque tarde, siempre viene bien a los espíritus. A los dos los conocí hace muchos años. Al Pelos me lo presentó el fotógrafo barcelonés Carretero cuando los tres éramos jóvenes. Fue en el hotel Aricasa de Barcelona y, a partir de entonces, siempre que nos encontrábamos el histriónico torero me obsequiaba con un abrazo y una carcajada. Era su estilo. 
Un día, ya retirado, nos encontramos en El Canario de La Garriga, un restaurante famoso en aquellos tiempos, ubicado frente al hotel Ritz de Barcelona. El torero iba acompañado de Martina, su mujer, a la que estaba tratando, no recuerdo de qué, un médico famoso de la ciudad condal. Le saqué a relucir que la semana anterior había transmitido por Antena3 una novillada en la que toreaba un rubiales que también reía, como él, a mandíbula batiente y que decían que era hijo suyo. «Si todos los hijos de las que se han revolcado conmigo van a ser hijos míos, estoy apañao», me contestó con una carcajada. Pasados los años parece que, en el caso del Díaz, llevaban razón los deciores.
A Manolo Díaz, ahora sí, ya Cordobés hijo, me lo presentó Paco Dorado, que era entonces su apoderado, y dado que le trasmití casi todas las corridas que toreó aquel año, por Antena3, propiedad de Antonio Asensio, que también lo era de Interviú que yo dirigía, nació entre nosotros una buena amistad que todavía perdura. a pesar de que han pasado muchos años. Por eso me alegro de que el Pelos haya dado el paso de reconciliarse -más vale tarde que nunca- con su hijo. Lo incomprensible es que esperara tanto en hacerlo, cuando la Justicia había emitido su inapelable veredicto hace años. Otro que no tuviera la bonhomía de Manolo Díaz quizás le habría hecho hace tiempo el corte de manga que merece…