Más atención para las víctimas

Agencias
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Distintas asociaciones exigen concienciación social y recursos para acabar con una lacra que este año ya deja más de 1.000 muertos

Los siniestros mortales han aumentado en 2022 un 4 por ciento respecto a antes de la pandemia. - Foto: EFE

Una mayor concienciación social y mucha más atención. Eso es lo que piden las víctimas de siniestros en las carreteras ante una «pandemia evitable» que, en lo que va de año, ha dejado ya más de 1.000 muertos en las carreteras interurbanas. Esas son las cifras alarmantes que se dan a conocer con motivo del Día Mundial de las Víctimas de Tráfico, que se celebra hoy, cuando ya es tradicional que se celebre en Madrid la carrera popular Ponle freno, este año bajo el lema No te pares. Hoy correr salva vidas.

Tras consecutivas bajadas de las cifras de la siniestralidad vial, la tendencia parece que se rompe este 2022 y ya han perdido la vida en las carreteras un 4 por ciento más de personas que en la misma fecha de 2019, el año de referencia anterior a la pandemia. Y un dato que llama la atención es el mayor incremento de muertos en las autovías y autopistas. Porque aunque la cifra global de fallecidos en estas carreteras, en principio más seguras, es menor que en las convencionales (282 frente a 720), la subida en las primeras es ya del 8 por ciento, mientras que en las segundas es del 3 por ciento.

Preocupa también el alza en los peatones fallecidos por atropello: 100 en lo que va de año, en tanto que se reducen las muertes de otros usuarios vulnerables, los motoristas.

El director general de Tráfico, Pere Navarro, achaca el aumento de la siniestralidad a las prohibiciones de la pandemia y a la posterior guerra de Ucrania, que han llevado a los conductores a «una cierta relajación» de las normas y a pensar que «hoy es hoy y mañana, ya veremos».

Desde Aesleme, la asociación por la prevención de accidentes de tráfico y de atención a víctimas, su directora, Mar Cogollos, clama por «una mayor conciencia social». «Todos nos movemos por nuestras calles y carreteras y no somos conscientes de que una imprudencia, un saltarse la norma, no es algo que me pueda afectar solo a mí, puede perjudicar a cualquier persona que circule o camine por allí», matiza.

Sobre la atención a las víctimas, cree que hay que mejorarla con un organismo que «de alguna manera sirva para dar una atención integral a todas ellas». Y entre las medidas que no se cansa de pedir destaca la de un psicólogo de emergencias en los hospitales para atender allí mismo a víctimas y familiares.

También Francisco Canes, presidente de la asociación de víctimas de tráfico DIA, pide más recursos en atención, mayor vigilancia y educación vial. En su opinión, falta información a las víctimas y aboga por el incremento de las subvenciones a las asociaciones de apoyo, que «muchas veces se diluyen en programas que no tienen que ver con la atención».