"Somos un ejemplo en la gestión de un acuífero"

A.M.
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Herminio Molina acaba de ser reelegido presidente de la Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental, una entidad que nació para defender los intereses de los regantes del Júcar

Herminio Molina, presidente de la Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental. - Foto: José Miguel Esparcia

Vio cómo nació, gateó y le salieron los dientes. Vivió su infancia y adolescencia y ahora su inminente madurez. En plenas bodas de plata, Herminio Molina ha sido reelegido presidente de la Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental, una entidad que nació con la filosofía de defender los legítimos intereses de los regantes del Júcar y conseguir la representación que le correspondía en los órganos de participación y gobierno de la Confederación Hidrográfica. Después de 16 años como secretario y los últimos cuatro como presidente, Herminio Molina afronta un nuevo mandato de otros cuatro años con la agenda cargada de retos imprescindibles y el convencimiento de su posterior retirada.

¿Por qué optar a la reelección? ¿Qué le motiva a seguir al frente de la Jcrmo después de tantos años implicado?

El compromiso. Fundamos la Junta Central de Regantes para coordinar y mantener los usos del agua en nuestra región. Pensábamos que íbamos a conseguirlo en ocho o 10 años, pero como no ha sido posible, quiero ver si en esta última fase somos capaces de consolidar nuestras demandas en la nueva revisión del plan de cuenca y, por supuesto, a más corto plazo, llevar a cabo el proyecto de sustitución de bombeos en su segunda fase.

Si en 25 años ha sido imposible conseguir las demandas de los regantes de La Mancha Oriental, ¿cómo se van a lograr en cuatro?

Hay que tener en cuenta que el trámite de una concesión de las que ahora estamos recibiendo dura alrededor de 20 años. Los temas que tenemos que resolver en las confederaciones son fundamentalmente administrativos y tardan muchísimo tiempo en resolverse. Lo nuestro no son proyectos, son procesos que hay que pensar, analizar, trasladar a la planificación hidrológica, poner medios a su disposición, lograr el consenso de todos... y todo esto lleva mucho tiempo; a la vista está.

¿Y para qué ha servido esta Junta Central de Regantes? ¿Qué tiene que celebrar en estas bodas de plata?

Podemos celebrar que tenemos unas normas que nos permiten gestionar el agua dentro de una normalidad. Lo contrario sería caótico. Hemos conseguido ser un ejemplo en la gestión de un acuífero, una novedad sin parangón en España y parece que en el resto del mundo. Recibimos muchas visitas del extranjero para ver  cómo funciona este modelo mixto de usuarios y administración, en el cual se establecieron unas normas de juego que se vigilan entre todos. Para eso se creó la Jcrmo, para representar a los usuarios y defender sus intereses ante las administraciones, pero también para vigilar el cumplimiento de los planes hidrológicos.

¿Les han satisfecho los planes de cuenca en estos 25 años?

Si están bien hechos, los planes hidrológicos no dejan a nadie satisfecho. El de 1997, que se originó gracias a la fundación de la Jcrmo, trajo como primer valor positivo que los regantes de la cuenca del Júcar en Castilla-La Mancha contaran para los usos del agua. Evitamos lo que se pretendía entonces: prescindir de los usos en Castilla-La Mancha y destinar todo el agua a la Comunidad Valenciana. La Jcrmo planteó una serie de demandas que se incluyeron en los planes hidrológicos, perono al cien por cien. La Comunidad Valenciana logró llevar el agua que le correspondía del Júcar a cualquier territorio de su demarcación, mientras que a Castilla-La Mancha se le permitió acceder al uso del río y consolidar los regadíos que tenía con aguas subterráneas, es decir, se nos reconoció como usuarios de hecho y de derecho en la cuenca del Júcar.

(La entrevista completa en edición impresa)