Este fin de semana arranca la competición en la Segunda División B de fútbol sala, en cuyo grupo IV está el Albacete FS. Muchas novedades en el equipo albacetense, que hizo una profunda remodelación tras un año complicado en su retorno a la categoría de bronce después de muchos años, pues le costó asegurar la permanencia, aunque finalmente lo logró.

No solo el cambio afectó a la plantilla de jugadoras, también en el banquillo, con Diego Garrido como nuevo técnico. El toledano ya vivió lo que es la Segunda B el año pasado con un equipo palentino y asume el reto planteado por el club albacetense con mucha ilusión. «El recibimiento ha sido muy bueno, tanto con el club como con la gente que está alrededor del club», aseguró ayer a este diario.

Para Garrido lo más complicado esta pretemporada ha sido tener tantas novedades. «Nuevo jugadores y entrenador, y todos tenemos que adaptarnos. Hemos tratado de coordinarnos para establecer una filosofía de juego que nos permita conseguir los objetivos».

En esa coordinación, está contento con lo realizado durante la pretemporada. «Creo que hemos llegado al inicio en el momento adecuado, sabiendo lo que tenemos que trabajar dentro de la pista».

Un problema en esta pretemporada ha sido la lesión de larga duración de jugadores importantes, como Pedri y Álex Resta, pues «nos ha lastrado la idea que teníamos, pero en líneas generales todo el mundo sabe lo que tenemos que desarrollar en la pista y eso es lo importante».

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