El fotógrafo albacetense Raúl Moreno presenta en el Centro Cultural La Asunción Monólogo sobre Chernobyl, que se podrá visitar hasta el 30 de abril, con varios encuentros con el artista, que explicará el contenido de la exposición a escolares y grupos.
La inauguración corrió a cargo del diputado de Sanidad, Francisco García Alcaraz, que acompañó al fotógrafo en esta apertura.
Raúl Moreno que volvió de Ucrania hace poco más de una semana, incorporó a esta exposición una imagen muy significativa de Tatyana Mikhailenko, tomada en la cola del paso fronterizo entre Ucrania y Polonia. Ella vivía con su familia en Ivankiv, un pueblo muy cercano a Chernobyl.
El fotógrafo confirmó a La Tribuna de Albacete que esta exposición, tan apropiada en estos momentos, «queríamos que fuese en abril precisamente, por Miradas, pero también por el aniversario de Chernobyl, el 26 de abril pero, por desgracia, ha hecho que la actualidad la convierta en protagonista de alguna manera, sobre todo por la noticia de que los rusos están comenzando a replegarse en la zona de Chernobyl».
Monólogo sobre Chernobyl, dijo Raúl Moreno, «surgió en 2016 cuando gané el certamen de Fotografía y Periodismo de Albarracín, Beca DKV, y giró por toda España, pero no había estado en Albacete y hablamos de la posibilidad de traerla a un espacio como el Centro Cultural La Asunción».
El artista destacó que «lo que podremos ver estos días, a través de estas fotografías, es cómo es la vida 36 años después, en un lugar de los más contaminados del Planeta. Por lo que hago un recorrido por la zona de exclusión y las zonas contaminadas. Se puede ver cómo es la vida de esos habitantes, las problemáticas que tienen, como en la alimentación, por ejemplo, ya que es una zona de pocos recursos, en la que esta gente cultivan sus propios alimentos y tienen ganado. Qué sucede, que esta tierra está contaminada con isótopos radiactivos, Cesio 137 y Estroncio 90 y eso afecta incluso a las raíces de sus alimentos, lo que se puede ver en la muestra. También afectan al organismo de las personas, claro, se van acumulando y surgen problemas médicos y tumores».
Son 30 fotografías, seleccionadas, comentó, «desde que comenzó este proyecto, en 2010, y terminó en 2018, pero la mayoría de las imágenes se centran en la última época, 2016 a 2018».
Selección. La edición, aseguró, «siempre es difícil porque hay mucho material y reducir todo a 30 fotografías es complicado, entonces, me centré en las imágenes más simbólicas para representar lo que allí sucede, que construyen una narrativa para que la gente al verlas, pueda captar el mensaje. También es cierto que vengo ahora de la frontera y allí, una casualidad hizo que cuando crucé a Ucrania y tuve que volver a Polonia, en la fila que hice con los refugiados, cuatro o cinco horas, entablé conversación con una chica que estaba con su familia, justo detrás de mí, hablé con ellos y resultó que eran de Ivankiv, el pueblo donde yo suelo trabajar, donde tengo amigos que se pueden ver en estas imágenes, con los que he compartido tantos momentos. Ella, Tatyana, me explicó cómo esta la situación porque es una zona ocupada por los rusos. Escapó con su madre, jugándose la vida, porque ha muerto mucha gente intentando escapar, igual que hay mucha gente que está muriendo de hambre y sed. Están sin comunicaciones desde el 27 de febrero y entonces, lo que he hecho es cerrar la exposición con ella, en una imagen».