Trabajo muy escueto el de los auxiliadores

A.G.
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Apenas tuvieron trabajo las cuadrillas de los tres rejoneadores que intervinieron ayer en la cuarta de abono de la Feria 2022

Un auxiliador para al toro mientras que el rejoneador cambia de montura. - Foto: José Miguel Esparcia

Ayer la corrida no planteó grandes problemas de lidia, unos se movieron más y otros menos, pero los seis toros se dejaron con mayor o menos boyantía, por lo que los auxiliadores, que así se llaman a los banderilleros de los rejoneadores, que no pueden llamarse banderilleros porque no ponen banderillas, no tuvieron demasiada faena, solo lo habitual de moverlos mientras se cambia la montura, para que no se queden parados y colocarlos en los terrenos adecuados, para facilitar la labor de los toreros a caballo.

 Pero a pesar de todo, son los incomprendidos de la fiesta, profesionales a los que se les agradece que no hagan su trabajo, ya que cuando intervienen son pitados sin piedad por los espectadores, que no deben ser muy aficionados al arte del rejoneo, pues los que entienden las normas básicas, saben de sobra que hay que mover los toros y no dejarlos quietos en esos tiempos muertos en que el jefe de filas pasa al patio de caballos a cambiar el caballo por otro más apto para el tercio que corresponda.

El caballo que para al toro y con el que se colocan los rejones de castigo, nunca es el mismo que con el que colocan las banderillas y los de banderillas, que suelen ser las estrellas de las cuadras, tampoco son los mejores para poner las cortas y el rejón de muerte, por lo que el cambio de caballo no se realiza por lucir mayor número de monturas, sino para cada especialidad.

reparto de faena. Como decimos, ayer, el juego de los toros no les proporcionó trabajo extra, sino que la jornada laboral fue muy escueta, y si además tenemos en cuenta que el quinto toro, se murió antes del tercio de banderillas, todavía se redujo más para la cuadrilla de Juan Manuel Munera, cuyos auxiliadores eran Ismael Mora, Jonatan Govez y Ricardo Reina. 

Otra de las particularidades de este toreo es el que no hay lidiadores ni terceros y en cada toro puede salir a moverlos o colocarlos cualquiera de la cuadrilla, por lo que se reparten la faena entre los tres, además no hay picadores y los que más trabajan son los mozos de espadas que se corren el callejón de la plaza para llegar pronto a donde se encuentra su matador y surtirle de banderillas y rejones.