Este miércoles, 1 de diciembre, comienza la temporada de riesgo alto por fenómenos meteorológicos adversos en las carreteras de Castilla-La Mancha. En cualquier caso, la DANAque ha afectado especialmente al norte de la región esta semana fue un buen recuerdo de que los problemas por nieve y hielo pueden llegar antes.
Por ello, tanto noviembre como abril se consideran meses de riesgo medio (al igual que octubre, establecido como periodo preventivo en las zonas de sierra con cotas superiores a 1.200 metros de altitud), y las diferentes administraciones tienen ya operativos sus protocolos de vialidad invernal.
Entre esos planes, dada su importancia para las conexiones en el medio rural de la provincia de Albacete , destaca el del Gobierno regional, cuya red de carreteras es la más extensa de la provincia, con unos 1.620 kilómetros, por 1.404 de titularidad de la Diputación Provincial y 649 de la Red de Carreteras del Estado.
Las vías autonómicas cumplen un papel primordial de conexión de los distintos municipios con las de alta capacidad de propiedad estatal (autovías y carreteras nacionales N-322 y N-430) y, en la mayoría de casos, suponen también la principal conexión de estos con sus cabeceras comarcales.
Para atender esa red y propiciar que sea transitable, el Ejecutivo autonómico ha aumentado progresivamente los medios humanos y materiales hasta un número que se mantiene relativamente estable en las últimas campañas, de acuerdo al Protocolo de Vialidad Invernal 2021-22 publicado por la Consejería de Fomento. En el caso de la provincia de Albacete, de acuerdo a ese documento, destaca el incremento de los medios humanos, ya que serán 78 personas las empleadas en la lucha contra los fenómenos meteorológicos adversos en las carreteras, nueve más que en la campaña anterior. De ellas, 69 pertenecen al personal propio de la Junta, mientras que las nueve restantes trabajan para la unión temporal de empresas a la que se concedió un contrato de apoyo.
Mientras, los medios materiales se mantienen en cifras muy similares a las del Protocolo 2020-21, con 2.225 toneladas de sal a disposición los depósitos y centros de conservación de la Administración autonómica. Estos cuentan además con 31 vehículos especializados, de los que 11 son camiones quitanieves, tres motoniveladoras, dos camiones esparcidores de sal con cuña y otros 15 de diverso tipo.
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