Editorial

Cambia la estrategia frente al Covid, pero la guardia debe seguir alta

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El director general de Salud Pública de Castilla-La Mancha, Juan Camacho, afirmó el pasado jueves que la región está preparada para aplicar la nueva estrategia de control y seguimiento de casos Covid que entra en vigor mañana, tras su aprobación en la Comisión de Salud Pública. Por este motivo, detalló que los indicadores de las incidencias acumuladas a 14 días y a siete días ya no serán lo importante, ya que a partir de ahora los datos de pacientes hospitalizados en cama y en UCI pasan a ser lo primordial. De esta forma, se manejarán nuevas variables, como tasa de nuevos ingresos hospitalarios, tasa de ocupación de camas por cada 100.000 habitantes y tasa de ocupación de camas UCI por Covid.

Fue el martes cuando la citada Comisión de Salud Pública aprobó la actualización de la mencionada Estrategia y los cambios acordados se fundamentan en que los altos niveles de inmunidad alcanzados en la población española determinaron un cambio en la epidemiología del coronavirus, que apoya la transición hacia una estrategia diferente que vigile y dirija las actuaciones a personas y ámbitos de mayor vulnerabilidad y motorice los casos graves. En cuanto al control en la población general, los casos confirmados leves y asintomáticos no realizarán aislamiento y los contactos estrechos no realizarán cuarentena, al tiempo que se emitirán recomendaciones dirigidas a las medidas preventivas como la utilización de mascarilla en todos los ámbitos y evitar el contacto con personas vulnerables.

Es obvio que este cambio estratégico se puede realizar porque el perfil de la sexta ola del coronavirus ha sido distinto a todas las anteriores, con unas tasas de incidencia muy altas, pero con unos datos de hospitalización y fallecimientos bajos, para lo que también acompaña el alto porcentaje de población vacunada.

La situación es mejor, pero es preciso mantener la guardia alta, porque a la mínima relajación se experimenta un incremento de casos e incidencia, como ha sucedido en la provincia de Albacete tras la celebración del Carnaval, ya que entre el 7 y el 20 de marzo la incidencia acumulada a 14 días subió a 309 casos por 100.000 habitantes, unos 30 puntos más que la semana anterior, y se regresó al nivel de riesgo alto.

A partir del lunes cambia la estrategia y en el horizonte ya aparece la celebración de la Semana Santa, por lo que la experiencia de las fiestas carnavalescas deben servir de claro ejemplo para que los ciudadanos no se relajen en el cumplimiento de las medidas preventivas y se mantenga elevado el nivel de responsabilidad, porque, aunque el viernes Castilla-La Mancha registró el menor número de pacientes Covid ingresados en UCI desde el 12 de noviembre, el número de fallecidos desde el inicio de la pandemia supera los 6.900 en la región.