Enero es, con diferencia, el mes que acumula más fenómenos meteorológicos adversos y días de nevada en los últimos años en la provincia de Albacete. De los temporales de ese mes, ninguno se acercó a igualar los efectos de la borrasca Filomena, que dejó cuatro jornadas consecutivas de precipitación y una prolongada presencia de nieve en las calles, que hizo recordar a muchos aquel temporal de 1971 que hizo bajar el mercurio en la capital hasta los 24 grados bajo cero.
De las consecuencias de Filomena baste destacar la estimación de daños que realizó la Secretaría de Estado de Política Territorial en una reciente convocatoria de ayudas. Solo en las afecciones a infraestructuras públicas de entidades locales, se estima que las reparaciones supondrán algo más de 23 millones de euros, de los que el Estado podría costear hasta el 50%.
A esos daños en bienes públicos, se suman los numerosos desperfectos en los particulares, que llevaron a una declaración de zona catastrófica que permitía a sus propietarios solicitar algunas compensaciones. En cuanto al campo, baste un ejemplo: una convocatoria regional de 18 millones de euros para paliar las afecciones exclusivamente en el sector del olivar.
En materia de comunicaciones, Filomena también batió récords, pues por primera vez llegó a verse afectada la totalidad de la red viaria provincial, con una recomendación general de no desplazarse por ella, salvo caso de extrema necesidad, entre los días 8 y 10 de enero. Esa situación llevó a que las clases se cancelaran durante los dos días posteriores en toda la región y muchas rutas escolares no funcionaron en toda una semana a causa del hielo que dejó en el asfalto una ola de frío posterior.
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