Javier Ruiz

LA FORTUNA CON SESO

Javier Ruiz


Juancar y Pedro

26/05/2022

Ya le ha salido el verdadero alter ego a Pedro Sánchez en la política nacional. Se llama Juan Carlos, vive en Abu Dabi y hasta hace unos pocos días era rey de España. Ahora Pedro lo ve por televisión después que se fuese o lo echara hace dos años del país y se lo llevan los demonios. El Gobierno está muy preocupado, el Gobierno pide explicaciones, el Gobierno considera un fracaso rotundo la visita del Emérito a España. Qué nivel de ejemplaridad el de este Gobierno para exigir, pleitear y pedir resultados a los demás. El otro día Marlaska desde Cuenca dijo que el Emérito había perdido una ocasión de oro para dar explicaciones, mientras estaba en el mar o la barbacoa. Claro, por eso puso él a la Guardia Civil a monitorizar las redes en la pandemia para ver qué se decía del Gobierno y echó al coronel Pérez de los Cobos. La Justicia dictó que fue un cese ilegal y el señor ministro pregunta por barbacoas y mares. Desde San Lorenzo de la Parrilla no se había visto un lomo tan duro.
La verdad es que el Rey Viejo ha sido listo y le cogió la palabra enseguida a su hijo, cuando le dijo en el entierro del rey moro que podía volver a España. Movió sus hilos y tardó menos de dos días en preparar un viaje por todo lo alto, donde la peña lo ha recibido con vítores y aplausos. Mientras tanto, en las montañas rocosas y los bosques oscuros de Davos, Pedro se retorcía de dolor. A Juancar lo aplauden y a él lo abuchean. Espejito, espejito, dime si hay alguien más guapo que yo. Juan Carlos se llama, vive en Abu Dabi y mira que le has dado manzanas para que se atragante. Pero ahí sigue el pollo, navegando en su velero.
Y se marchó, como Perales, y descubrió gaviotas y corinas en el mar. El mundo está atribulado y en España nos queremos cargar otra vez a los reyes. No hemos tenido bastante con dos repúblicas desastrosas, como para que ahora vayamos pidiendo la tercera. Cómo nos va la marcha al pueblo español. Desde Chikilicuatre no se veía una cosa igual. Menos mal que llegó Chanel con su boom, boom, el zoom, zoom y aquí está mi yummy y ha puesto las cosas en su sitio. No tendremos reyes, pero al menos tenemos a la reina de Europa.
Sánchez, dice mi admirado Manuel Aguilar en Onda Cero, quiere ser infanta desde el día que se puso junto a los Reyes de España en una recepción de palacio para saludar. Felipe VI debe ser listo y observar el cariño que su padre aún recibe del pueblo español, pese a sus errores. Si quieren entrullar a Juan Carlos, que cambien la ley con los votos suficientes y lo metan en chirona. Además, ahora que se ha dado la vuelta el criterio del Supremo con los indultados, iríamos todos a la cárcel como la película de Berlanga.
Juan Carlos tiene un sentido borbón del pueblo que no ha desarrollado su hijo y mucho menos su nuera. Felipe y Letizia se han fiado de Pedro Sánchez y ahora su padre los ha dejado sentados de culo a los tres con el mismo juego que tanto le gusta al presidente del Gobierno, el trilerismo. Dónde está la bolita, dónde está la bolita… Dónde quieres que atraque esta noche el bribón. España soporta esto y lo que le echen, pero quiere a sus reyes y es capaz de perdonarlos, algo con lo que no contaba Sánchez. La pirueta y el tiro es al padre, pero van a por el hijo y, en el fondo, contra España. Y el pueblo ya ha tomado nota y comienza a dictar sentencia. Juancar y Pedro, Rinconete y Cortadillo, Don Pablos, Lázaro, Alfarache. Y es que en España nació la picaresca como género.