Las parroquias de Albacete pueden realizar oficios religiosos con asistencia de fieles desde el pasado lunes, fecha en la que la provincia albacetense entró en la Fase 1, por lo que ayer se pudo celebrar el Día de la Ascensión, en el que se conmemora la subida del Señor al cielo, en presencia de sus discípulos, tras anunciarles que les enviaría al Espíritu Santo.
Al igual que pasa con otros sectores y actividades, aquí también la Fase 1 tiene sus limitaciones. Así, las misas, como las celebradas ayer en la catedral, fueron más cortas, los asistentes debieron usar mascarillas con carácter general, no hubo contacto personal y se tuvo que mantener la distancia de seguridad, por lo que el aforo permitido fue del 30% tal y como, por otra parte, ya se había aconsejado desde la Conferencia Episcopal Nacional a los obispos precisamente de cara al retorno de estos oficios, lo mismo que las puertas debían de permanecer abiertas antes y después para evitar que se tuviesen que tocar manillas o pomos, que las pilas de agua bendita continuasen vacías o que la comunión se distribuyese en silencio.
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