«Se ha perdido la capacidad de escuchar y ceder»

A.D.
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Francisco Delgado Ruiz presenta el lunes, en Librería Popular, a las 19 horas, Tejares, 13. Memorias entre dos siglos. El autor explicó a La Tribuna de Albacete algunas singularidades de esta autobiografía.

Francisco Delgado Ruiz. - Foto: José Miguel Esparcia

¿Por qué Tejares, 13?

Porque fue la casa donde nací, en Tejares, 13, en 1949, un día de muchísimo frío. Nací prematuro y salí adelante gracias a que mi madre.

Es también un homenaje a una calle donde históricamente había muchos obreros, una calle muy bullanguera durante muchos años y lo sigue siendo de otra manera. 

¿Por qué una autobiografía?

Ahí están los temas relacionados con mis orígenes, muy breve todo; relato mi paso por la política, sobre todo la transición en Albacete, también en el ámbito del Parlamento, donde estuve siete años, en el  Congreso en 1977 a 1979, cuando se disolvieron las Cortes con la Constitución aprobada, y luego en el Senado, cuatro años, hasta 1982, donde mayor labor desarrollé. Fui viceportavoz de la Comisión de Educación y Cultura, vicepresidente de la Comisión de Sanidad, donde aprobamos la importantísima Ley de Trasplantes, que fue pionera en el mundo. También aprobamos la Ley de Personas Discapacitadas y la de Estatuto de Centros Docentes, donde fui portavoz del Partido Socialista. Luego estuve en la Comisión de Emigración, porque no hay que olvidar que teníamos cinco millones de emigrantes.  

Habla del paso de la dictadura a las paradojas de una democracia tutelada.

Bueno, por una razón en España, la posición democrática siempre había abogado por romper con el antiguo régimen y generar un proceso constituyente nuevo. No se consiguió porque Franco había designado al Rey Juan Carlos y la oposición democrática decidió no generar tensiones ni problemas con gentes del antiguo régimen que habían ofrecido una reforma política, que se aprobó en noviembre de 1976. Esa democracia, la llamo tutelada porque inicialmente lo estuvo por el antiguo régimen.

Luego, también está tutelada porque hoy las democracias en el mundo, son tuteladas por el sistema capitalista global. 

También vivió la transición en Albacete. ¿Como fue?

Muy bonita. Vine de Barcelona, donde estaba trabajando en una entidad financiera, que me dio el traslado.

Tenía muchos amigos del Partido Comunista, pero mi ilusión era pertenecer al ámbito de la socialdemocracia, porque ya mi abuelo Paco había pertenecido a la UGT y quería participar en UGT. Aquí no había nada del Partido Socialista y la primera persona que me presentaron fue Carlos Sempere, que me presentó a su vez a otros. La idea rea reconstruir el Partido Socialista en Albacete, lo que hicimos en junio de 1976, siete personas. Enseguida se unió  Sagato y nos ayudó Ramón Ferrando.    

Hubo algo muy importante en esa época, consenso.

Entre 1977 y 1982 consensuamos en el Parlamento leyes muy importantes. Vivíamos la cultura del consenso y luego, en el Ayuntamiento de Albacete, casi todo lo que llegaba al Pleno los consensuábamos. Hoy se ha perdido la capacidad de consenso, de escuchar y ceder.

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