No corren buenos tiempos para la prevención de riesgos laborales en la provincia de Albacete. Alas puertas de conmemorar el Día Mundial de la Seguridad y Salud Laboral, la provincia vuelve a protagonizar nefastos resultados en su siniestralidad laboral, y aunque acumula accidentes en el ámbito del trabajo de carácter leve, duplica tanto los graves como los mortales.

Si la provincia ya despidió el año 2021 con un 21% de incremento en la accidentalidad que se produce en el entorno laboral, el año 2022 no se ha podido iniciar de peor manera, pues solo en los meses de enero y febrero, la siniestralidad laboral ha anotado un crecimiento interanual del 9,4%.

En total, tal y como avanzó ayer Carmen Juste, secretaria provincial de Comisiones Obreras, en los dos primeros meses del año se contabilizaron 860 accidentes de trabajo, de los cuales 798 tuvieron lugar durante la jornada laboral y el resto in itinere. En enero y febrero del año pasado, estos mismos accidentes laborales llegaron a los 786.

Cierto es que el 92% de los accidentes que se producen durante el trabajo son de carácter leve, pero no es menos cierto que nadie tiene por qué poner su salud y su vida en riesgo mientras acude a su puesto de trabajo, sea cual sea y tenga la peligrosidad que tenga, dado que la Ley de Prevención de Riesgos Laborales que se aprobó hace 25 años recoge las medidas de prevención suficientes para evitar esta siniestralidad. Otra cosa es que se pongan en marcha por los empresarios y que los trabajadores las respeten y cumplan.

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