Carmen Romera empezó como maestra en 1967 -1968. Entonces ser maestra se hacía con cuarto y reválida de Bachiller y ella lo realizó por libre. Haber hecho Magisterio se lo debe a sus padres y a doña Pepita Sotos. Su primer destino fue una sustitución en el colegio Barranco Cafetero de Villarrobledo y las primeras alumnas eran casi más mayores que ella.

Con motivo del Día del Maestro, que se celebró el pasado viernes, La Tribuna de Albacete entrevistó a Carmen Romera para repasar sus comienzos y tarea como enseñante que terminó en el colegio Graciano Atienza donde ejerció a lo largo de 12 años.

Destaca la vocación profesional a la que alude Carmen Romera como a la importancia formativa que adquirió "la formación me hizo ver lo que es la escuela. De la carrera no sales con ese conocimiento", indica.

La escuela debe ir por delante de la sociedad no a remolque

Carmen Romera trae a colación la tarea política que desempeñó como diputada regional coincidienco con la fecha en que se llevaron a cabo las transferencias educativas de 1999  a  2003.

A los vaivenes que tiene la educación plantea "como otra mucha gente, un pacto educativo" y subraya "la importancia de la tarea de un maestro porque imprime conocimiento, valores y emociones".

Perteneciente al colectivo de maestras y maestros señala que "la escuela debe ser acción e interacción en el medio, investigar y descubrir".

Afirma que "a nivel de maestros y maestras la escuela debe ir por delante de la sociedad, no a remolque como ocurre muchas veces" .

Finalmente subraya que "si volviera a nacer volvería a ser maestra. Me ha dado muchas satisfacciones, es maravilloso ser maestra".