Un rumor subía ayer por la Gran Vía de Madrid. Era un sonido rítmico y machacón que poco a poco subió de intensidad y volumen hasta conseguir que los vecinos de la Villa y Corte, hechos a casi todo, se parasen a ver de qué se trataba.

Era un grupo de tamborileros de Hellín que iba de camino a la Oficina de Turismo de Castilla-La Mancha, para tomar parte en la presentación de lo que la concejal de Turismo, María Jesús López, definicó como la «alianza de las tres T».

«Son Tradición, Tren y Tambor», afirmó la edil en el acto de presentación de una iniciativa que pretende atraer el mayor número posible de visitantes de la capital de España a la ciudad de Hellín en un día clave, el Miércoles Santo.

Ese día, a las ocho y media de la mañana, saldrá de la estación de Chamartín un tren que parará en Alcázar de San Juan, Villarrobledo, La Roda, Albacete y finalmente, Hellín, justo para llegar cuando los tambores empiezan a rugir.

Por 65 euros, 340 viajeros disfrutarán del viaje, de las procesiones, de la primera gran tamborada y visitarán lugares emblemáticos como el Santuario de Nuestra Señora del Rosario, la antigua judería, la Casa de los Salazar o el Museo de la Semana Santa (MUSS).

El precio también incluye la degustación de un arroz de Calasparra acompañado de un vino de Jumilla. «Con todos estos elementos en juego, lo que queremos demostrar es que Hellín es uno de los destinos turísticos del futuro», sentenció la concejal.

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