El Instituto Geográfico Nacional (IGN) quiere instalar una estación  sísmica en Bogarra, que sería la segunda operativa de su clase en la provincia de Albacete, además de la que ya existe en el término municipal de Tobarra.

Así consta en una resolución de la Dirección General de Medio Ambiente y Biodiversidad, por la que se aprueba la ocupación por espacio de 30 años de una pequeña parcela de algo más de 21 metros cuadrados de superficie.

Esta pequeña estación cumplirá, no obstante, una importante función porque formará parte de la Red Sísmica Nacional, integrada hasta ahora por 119 emplazamientos similares entre los que está el de Tobarra, operativo desde 2006.

La estación bogarreña cubrirá el vacío que dejó la que hubo anteriormente en el término municipal de Vianos, que estuvo operativa entre los años 1985 y 2021 pero que ahora está dada de baja. 

Las estaciones cuentan con equipos de detección y comunicación de terremotos, en localizaciones que estén situadas «sobre todo cerca de las zonas de mayor peligrosidad sísmica», se explica en la resolución publicada en el DOCM.

 Externamente, la futura estación bogarreña contará con una pequeña caseta, de 2,40 metros de altura y cuatro metros cuadrados de base, donde se instalarán todos los equipos científicos necesarios para detectar los seísmos.

Si se toma como referencia la estación de Tobarra, habrá un sismómetro de banda ancha, una antena de transmisión con sus correspondientes equipos, un panel solar y baterías de apoyo que garanticen la energía varios días seguidos.

La falla más próxima a Bogarra es la de Socovos, una estructura geológica  de 80 kilómetros de longitud que comienza en Riópar y termina en Cieza, ya dentro de Murcia. No es las más activas de la Península Ibérica, pero está cerca de  otras estructuras con una actividad sísmica destacable y reciente. El caso más evidente es la falla de Lorca-Alhama de Murcia.

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