La ginecóloga dice que la acusada sólo reconoció echar sangre

Josechu Guillamón
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Ninguno de los testigos sabía que la acusada estaba embarazada, a excepción de uno al que ella misma se lo dijo meses antes, aunque luego le dijo que no

Imagen de la acusada junto a su abogado. - Foto: J. G.

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial ha acogido hoy la cuarta sesión del juicio contra una mujer que se enfrenta a una pena de prisión permanente revisable, por haber matado al bebé que alumbró en el bar en el que trabajaba, en el que la ginecóloga ha afirmado que la acusada negó en todo momento haber dado a luz o haber expulsado algo que no fuera sangre.

En este sentido, la doctora que atendió a la procesada en el Hospital General, tras ser trasladada desde el bar en una ambulancia del 112, ha manifestado que la acusada, M.M.C., le contó que le había bajado la regla y que había sangrado mucho. Si embargo, al explorarla comprobó que tenía el cervix dilatado y el utero muy grande, algo compatible con haber dado a luz en el tercer trimestre de embarazo o un bebé a término. "Era el útero de una mujer recién dada a luz".

Por esta razón, la doctora le consultó si había expulsado algo más que sangre. "Dijo que no, que sólo había expulsado sangre y coágulos". Ante esta respuesta, la ginecóloga le realizó un test de embarazo que dio positivo. "Se lo dije a ella y negó haber dado a luz, por lo que llamé a la forense de guardia y a la Policía".

La procesada tampoco le contó a la doctora que hubiera expulsado las tripas y una bola de pelo, como un erizo y que hubiera temido que iba a morirse, como contó ella misma en la segunda sesión del juicio. "Dijo que no había feto, que no había dado a luz. Hablaba de un golondrino y no había nada, el sangrado era vaginal". Tampoco tenía un bartolino, que puede salir en la vagina, ni quistes en esa zona. "Ella decía que no íbamos a encontrar ningún bebé, que qué lío estábamos montando". "Ella estaba tranquila, indiferente todo el tiempo, como que no iba con ella".

Otros testigos.

Tampoco contó que hubiera expulsado otra cosa que no fuera sangre a las personas que estaban en el bar aquel 10 de octubre de 2020, de las cuales ninguna escuchó signos de vida de un bebé, ni sabían que la acusada estaba embarazada.

Tampoco sabían que estaba embarazada sus padres, sólo lo sabía un amigo, que declaró en primer lugar, al que se lo dijo por whatsapp en marzo, pero que luego le dijo que no lo estaba meses después en otro mensaje, aunque él no se enteró.

De lo que si que estaban al corriente muchos testigos era de que consumía drogas, incluso varios dijeron que en exceso, especialmente en los últimos tiempos. En cualquier caso, varios testigos dijeron que no le notaron que estuviera drogada el día de los hechos, incluidas las dos ginecólogas que la vieron en el hospital.

Un amigo de ella, J.M.C.S., si que dijo que ese día se fumó dos porros cuando estuvo con él, antes de entrar a trabajar por la tarde.