Hay sectores profesionales que no ven la recuperación económica por ningún lado. Uno de ellos es el de la reparación de vehículos que no llega a levantar cabeza y arrastra una situación delicada por culpa de la pandemia y de la incertidumbre del consumidor a la hora de escoger las características de un nuevo vehículo.

El presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Talleres de Reparación de Vehículos (Apetreva), asociada a FEDA, Antonio Atiénzar, cifra en un 40% la merma en las entradas de vehículos a los talleres, no solo porque la entrega de los nuevos se está retrasando hasta seis meses, sino porque el mercado de la segunda y tercera mano está liderando las preferencias de los conductores, una circunstancia que están provocando el «envejecimiento brutal» del parque móvil en la provincia de Albacete.

«Se están comprando coches sin valor alguno, de 2.000 y 3.000 euros, cuya reparación es cara en comparación, por lo que nadie invierte en ella», explica Antonio Atiénzar, que alerta de que cada vez son más los propietarios de vehículos que optan por «los manitas», de forma que «está proliferando la competencia desleal, el mercado negro».

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