Logra que los facultativos declaren como imputados

J.G.
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Tras 10 años, una prueba de ADN revitaliza el caso del niño que perdió la vida por un cáncer para el que, según la familia, se le trató con negligencia

Imagen de Óscar fallecido de cáncer a los tres años de edad. - Foto: Virtudes Gómez

Hace 10 años, Óscar, un niño de tres años, perdía la vida por cáncer en el Hospital General de Albacete, después de haber recibido tratamiento en la Sanidad alicantina.

En octubre de 2011, dos meses después del fallecimiento de Óscar, su madre, Virtudes Gómez, ponía una denuncia contra las pediatras del Centro de Salud de Pinoso, porque según comentaba lo estuvieron llevando un año allí y «siempre nos decían que no tenía nada. Denunciamos porque no entendíamos que en un sitio privado lo vieran todo el primer día y que en el centro de salud durante un año no vieran nada».

Y es que fue finalmente una clínica privada, el Perpetuo Socorro de Alicante, la que tras una primera visita descubrió que el niño tenía una masa tumoral, por lo que fue derivado al Hospital de Alicante. En el Hospital de Alicante, le diagnosticaron un tumor rabdoide del que le trataron durante un año y tras la quimioterapia y 30 sesiones de radioterapia estaba peor. «Nos decían que era normal, por los efectos secundarios de la quimio». 

En agosto de 2011, sufrió una recaída y tras una biopsia les dijeron que no tenía solución, por lo que lo llevaron a Valdeganga, donde finalmente fue enterrado. 

La denuncia. Después del fallecimiento, Virtudes Gómez denunció a las pediatras por homicidio imprudente, como explica ella misma. «Cuando el perito hace la pericial dice que el tumor no correspondía, ni por zona, ni por histología, ni por sintomatología y nos quedamos perplejos, después de un año de pruebas, de tac, de resonancias, de radiografías y de todo. Descubrimos que el niño tenía un tumor de carcinoma y no rabdoide como nos habían dicho». Tras pedir muestras del tumor y analizarlas les confirman que así era. «Las pediatras cometieron una negligencia durante un año continuado, pero realmente quienes acaban con la vida del chiquillo son los del Hospital de Alicante».

Tras la denuncia, el jefe de Oncología dijo que habría fallecido igualmente y se sobreseyó el caso, tras el recurso se reabrió y se archivó en otra ocasión más, al considerar que no se había mantenido la cadena de custodia de las muestras de ADN. Ahora el ADN recogido en un disfraz del niño ha corroborado que las muestras de tumor analizadas son suyas, con lo que las pediatras, el jefe de Oncología y la patóloga declararán como investigados el 8 de noviembre.