Son, sin duda, numerosas las funciones que realiza la Policía Local, y entre ellas también se incluye la protección del medio ambiente. En este sentido, las labores policiales en la protección del entorno urbano se centran en velar por el cumplimiento de las normas de conducta en el espacio público y en aquellos comportamientos que repercuten negativamente en la convivencia ciudadana. Son las cuestiones relativas a la limpieza, el depósito de residuos, la degradación del entorno, el uso inadecuado de zonas verdes y espacios naturales, así como la contaminación acústica y la detección de vehículo en estado de abandono. Y en este campo, uno de los trabajos que se desarrollan afecta a los vehículos abandonados. Pues bien, durante el año 2019, La Policía Local detectó un total de 383 vehículos en estado de abandono, de los que 334 fueron retirados por los propietarios previamente a la notificación de los agentes municipales, y para el resto se iniciaron expedientes para moverlos o para su destrucción, y una vez notificados, 39 de ellos fueron trasladados por la Grúa Municipal y concretamente, siete con pluma, por encontrarse en estado de abandono y no haber sido movidos por sus titulares dentro de los plazos establecidos y tras su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP), declarándose como residuo sólido urbano.
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