El Alba ascensor nunca fue tan pobre fuera

Juan Carrizo
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Los resultados como visitantes de los equipos del club manchego que lograron subir a Segunda están muy por encima de los que presenta la plantilla de Rubén de la Barrera

El Albacete de Luis César Sampedro celebra asegurar el primer puesto en Almería en la 2013-14. - Foto: Josema Moreno (Masquealba.com)

Ascender de categoría  conlleva siempre una serie de premisas que suelen ser habituales, como ser de los equipos que menos encaja o de los que más anota, porque al final, los goles que marcas y los que no encajas son los que te hacen ir sumando puntos en la clasificación y en la liga de la regularidad, el que más puntos tiene, es el que se lleva el gato al agua. Aunque haya playoff, ahora muy de moda para darle más interés a la competición, siempre hay puestos directos, que son los que se llevan los mejores.

Luego está el equilibrio entre los resultados de casa y fuera. Ser un fortín en casa es fundamental, pero también es importante tener un buen rendimiento fuera. No solo vale hacerlo bien en casa, como se ha visto esta temporada, porque por mucho que se haya convertido el Carlos Belmonte en un fortín, el pobre rendimiento del equipo como visitante lo ha alejado ahora mismo de la lucha por el primer puesto, que todavía es posible matemáticamente, pero que se antoja muy lejana tras la debacle sufrida en Andorra, que se une a las decepciones en las anteriores salidas ante Alcoyano y Castellón, donde la afición no vio a ese equipo que quiere ser campeón de grupo.

El caso es que cada vez que el Albacete ha logrado un ascenso desde la Segunda B hasta Segunda División, sus datos como visitante han sido infinitamente superiores a los actuales.

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