«Una ventaja de la lectura es que nos ayuda a pensar mejor»

A.D
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La Asociación Cultural y Social Alborea abrió ayer su ciclo de conferencias anual, en el salón de actos de la Diputación Provincial. En defensa de la lectura fue el título de la charla del jurista y escritor Miguel Sanmartín Fenollera

El jurista y escritor Miguel Sanmartín Fenollera. - Foto: Rubén Serrallé

La Asociación Cultural y Social Alborea abrió ayer su ciclo de conferencias anual, en el salón de actos de la Diputación Provincial. En defensa de la lectura fue el título de la charla del jurista y escritor  Miguel Sanmartín Fenollera, que comentó a La Tribuna de Albacete algunas claves de  su intervención.

Todo el mundo, en principio,  defiende la lectura. 

Bueno, si titulo la conferencia En defensa de la lectura es por alguna razón que hay que explicar. Aparentemente, todo el mundo la defiende, pero es verdad que la lectura, referida a los niños y jóvenes, sufre, de un tiempo a esta parte, un acoso manifiesto. Vivimos un cambio cultural y la letra impresa se está sustituyendo por la imagen y la atención y el tiempo que los niños y jóvenes dedican a las pantallas, hace que la lectura esté desapareciendo. Una vez que se le regala un smartphone a un niño, deja de leer y las últimas estadísticas que se han hecho en España lo indican. Eso es una tragedia y por eso hay que  defender la lectura. 

¿Un padre no debe regalar a su hijo pequeño un móvil?

Hombre, yo creo que no. La tecnología, como todo, tiene sus cosas buenas y malas y debe utilizarse sacando partido de las buenas. Hay factores que inciden en el desarrollo de la infancia, son tan fascinantes que absorben la capacidad de atención de los niños, que dejan de hacer cualquier otra cosa, incluso dejan de jugar y eso produce problemas, también de contenidos porque sabemos que  el smartphone y los ordenadores, si no son bien controlados, pueden ser una puerta de acceso a cosas tremendas que pueden provocar traumas, y hablo concretamente de la pornografía, que es una lacra que entra en las casas  a través de los teléfonos y los ordenadores que no son objeto de control. Por eso hay que tener mucho cuidado al poner en manos de un niño un artefacto de esta naturaleza, igual que no ponemos un automóvil o un cuchillo, que son herramientas útiles, que tienen muchas ventajas.  

Cuando no hay nada más fascinante que un libro.

Sí, una vez que uno entra, porque la lectura es un habito virtuoso que requiere esfuerzo y reiteración hasta que se interioriza. Cuando uno descubre el placer de los libros,  son  fascinantes, pero antes requieren una serie de factores que hoy chocan con la modernidad. Requieren atención y tiempo, de lo que hoy se dispone en pequeñas cantidades. Hay que crear en el niño el hábito de la lectura y para eso hay que empezar desde muy pequeño. 

La escuela apuesta por las tecnologías digitales.

Yo no soy un experto en Educación, pero me he interesado. Eso es un error y en otros países ya están dando marcha atrás y el organismo educativo de Naciones Unidas dice que, por el momento,  las tecnologías digitales no son un elemento que facilite la educación, todo lo contrario. Sin embargo, en muchos colegios de este país se pone a disposición de los niños  esa tecnología digital y se dejan los libros de lado, un error.  

¿Se escribe cada vez menos?

Exacto, se deja de escribir. Una de las ventajas y utilidades de la lectura es que nos ayuda a pensar mejor, con mayor profundidad y además nos enseña a expresarnos, con una mejor capacidad de expresión oral y escrita. En las nuevas generaciones, la capacidad de expresión oral, ya no hablo de la escrita, ha decaído mucho, en parte por falta de lectura.  

¿Hay alguna solución para estos problemas?

El amor por la lectura es un hábito y, como todo hábito, requiere una práctica  y se adquiere mejor si se inicia en la más corta edad. Si con los niños iniciamos un itinerario lector, puede hacerse algo, aunque es difícil hoy en día por esa fascinación que produce el mundo digital, no solo en los más jóvenes. Se puede intentar y en algunos casos conseguir y siempre la posibilidad de éxito será mayor si comenzamos pronto con ese hábito de lectura con los niños y que nos vean leyendo, incluso que tengan una pequeña biblioteca y hablar con ellos de sus lecturas. Obviamente, que los colegios acompañen en esta labor de buena lectura. En mi libro, lo que he tratado es de ayudar a los padres y mostrarles lo que hemos hecho en nuestra casa  para crear ese hábito de amor a la lectura y facilitarles ese camino.