La Asociación de Gestores Ambientales de Albacete (Agesam), integrada en FEDA, como representante en la provincia de las empresas del sector del reciclaje y valorización de residuos ha celebrado su asamblea general electoral en la que se ha elegido a la nueva Junta Directiva. La Asociación, que lleva más de 16 años fomentando la cultura del reciclaje, agrupa a empresas de la provincia de Albacete y gestionan todo tipo de residuos industriales, peligrosos y no peligrosos.
La nueva Junta Directiva para los próximos cuatro años, seguirá presidida por Eduardo Blanes, de la empresa CEC Residuos; acompañado por Pedro Sáez Cruz, del Grupo Amiab Medioambiente, S. L., como vicepresidente; secretario, Roberto Longueira, de Recuperaciones Decarpe, S. L.; tesorero, Sebastián García, de Hermanos Matías y Sebas, S. L.; y como vocales, Francisco Fernández, de Gestión Técnica de Saneamiento, S. L.; Diego Tornero de Torsan CJN, S. L., y Mercedes Cuesta, de Ecoclasires, S. L.
Según indica una nota de prensa, en la reunión se ha valorado la buena marcha de la Asociación en la que, pese a los tiempos que se están viviendo, los socios siguen mostrando su compromiso asociativo y con el desarrollo del sector, reconociendo que su actividad resulta imprescindible para la evolución hacia la economía circular. Y se ha puesto en común los continuos cambios normativos que el sector está sufriendo así como la implantación de los nuevos impuestos aplicables a partir del próximo 1 de enero, como el impuesto sobre el depósito de residuos en vertedero.
La Asamblea ha valido también para hacer balance de las acciones realizadas a lo largo del año 2022, en el que ya se han podido celebrar todas las actividades de su IV Semana del Medio Ambiente de forma presencial con gran afluencia en todos los actos realizados. Y como reto para el próximo año se ha planteado continuar con la labor de concienciación, para los jóvenes y los más pequeños, en economía circular y reciclado, celebrando la V Semana del Medio Ambiente y volviendo a retomar la campaña "kilovatios de solidaridad".
Por otro lado, se debatió el importante intrusismo que sufre el sector. Los participantes mostraron su preocupación por el alto porcentaje de empresas que tratan de ahorrar gastos de gestión o de obtener un mayor beneficio económico del residuo, sin tener en cuenta las consecuencias nefastas para la salud y el medio ambiente de estas prácticas, sobre todo cuando se habla de residuos que tienen la consideración de peligrosos o industriales.