Ya solo vale el deseo

Cristóbal Guzmán
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El Albacete Basket se jugará hoy el ascenso a la Liga LEB Oro con un solo punto que remontar al Valencia BC en un Pabellón del Parque que vestirá sus mejores galas

Los integrantes de la Peña Diego Fox animan al Albacete Basket en un partido reciente. - Foto: Rubén Serrallé

El Bueno Arenas Albacete Basket tiene hoy (19.30 horas) una oportunidad única para ascender a la Liga LEBOro, un hecho insólito en el baloncesto local y casi único en el provincial, ya que tan solo el CBAlmansa con Afanion fue capaz de conseguirlo hace tres años.

El conjunto verdinegro afrontará el partido de vuelta de esta última eliminatoria con la desventaja de un solo punto (71-70) cosechada en el encuentro de ida a manos de un Valencia BC que se encuentra en un gran estado de forma en este final de temporada. El filial taronja ha sido capaz de eliminar a equipos del nivel del Tizona Burgos y Zamora, e intentará completar esta exitosa trayectoria con una victoria en Albacete.

El camino del cuadro de David Varela hasta llegar a este punto ha estado plagado de dificultades, e incluso estuvo a punto de torcerse hace una semana, cuando se entró en la segunda parte del partido con 15 puntos de ventaja para el Valencia. El fantasma de una nueva derrota contra su bestia negra del curso flotó en el ambiente, aunque una gran recta final del equipo, comandado por Will Moreton, dejó la eliminatoria muy abierta.

Así las cosas, el último partido de esta campaña, en el que el Pabellón del Parque vestirá sus mejores galas, resulta tan relevante como incierto, prácticamente sin un resultado que remontar y un carácter más propio de un encuentro de liga, con la única diferencia de que un empate serviría a los levantinos para certificar su ascenso.

Por lo que respecta al estado de la plantilla, sus nueve componentes han llegado justos de fuerzas después de una temporada larga y unas posibilidades de rotación limitadas. Aunque alguno de ellos aún padece problemas físicos, caso del danés David Knudsen, la motivación de una final empuja a un último esfuerzo en el que, atendiendo a la frase del exjugador de la NBA Reggie Miller recordada por Varela, «ya no vale nada más que el deseo».