Mañana, a partir de las 19,30 horas, en el Centro Cultural La Asunción de nuestra ciudad, se presentará el libro Historias del Bolsín, escrito por el sacerdote y gran aficionado salmantino Antonio Risueño. Intervendrán, además del propio autor, el vicealcalde y concejal de asuntos taurinos del Ayuntamiento de Albacete, Vicente Casañ, el matador albacetense Abraham Barragán ganador del certamen en 1998 y Sergio Martínez, matador de toros de Albacete y actual director de la Escuela Taurina de nuestra ciudad, acto presentado y moderado por el director de La Tribuna de Albacete, Francisco Javier Martínez. Esta presentación es una iniciativa de la plataforma También somos Cultura, dentro de las actividades que este grupo de aficionados y profesionales está llevando a cabo.
Antonio Risueño Pérez es un cura de pueblos pequeños, nacido en Ciudad Rodrigo en 1970, licenciado en Estudios Eclesiásticos y en Teología Pastoral por la Universidad Pontificia de Salamanca, formando parte de la familia bolsinista de Ciudad Rodrigo desde el año 2004, además posee el título de Experto Universitario en Dirección de Espectáculos Taurinos por la UNED y miembro de la Asociación de Presidentes de Plazas de toros de España.
Antonio Risueño ha hablado con La Tribuna de Albacete, para comentar algunos aspectos de su libro y su afición.
«Se trata de una compilación de 88 semblanzas de otros tantos personajes, que desde los comienzos del Bolsín a finales de los años 50 hasta ahora, han ido pasando por el Bolsín y se viven todo tipo de realidades, desde gente que han sido triunfadores en el Bolsín y en el toro no llegaron donde pensaban, gente que en el Bolsín no tuvieron un sitio destacado y luego en su vida taurina, han tenido su sitio como banderilleros o matadores de toros y otra gente como las dos figuras más importantes que han pasado por el Bolsín, como han sido El Niño de la Capea y Roca Rey, con mucha expectación cuando intervinieron en el certamen, no fueron triunfadores y sin embargo si lo fueron en sus carreras taurinas».
Sus orígenes marcaron su afición desde el principio. «Yo soy de Ciudad Rodrigo y nací a 300 metros de donde se hacen las tientas para las clasificaciones, en las huertas de las viñas. Por vía materna eran hortelanos y por vía paterna eran renteros de dehesa de fincas más o menos grandes. El toro lo he vivido desde siempre, pues yo nací en 1970 y recuerdo perfectamente de cuando la vaca Conocida mató a Antonio Bienvenida en el año 1975, al escuchárselo a mi padre y por todas esas cosas la afición me la inocularon y la he dejado crecer y prosperar, por lo que se trata de una afición muy profunda y de mucho agradecimiento a la Tauromaquia porque aporta unos valores imprescindibles e insustituibles en la vida de las personas. En el año 2004 entré a formar parte en la familia bolsinista pues me invitaron a participar y ser miembro del Bolsín y en este momento me has cogido con la lista en la mano de los chicos que van a participar en el año 2022».
Labor sacerdotal. Antonio Risueño, comenzó su labor sacerdotal en pueblos tan taurinos como Arribes y Vitigudino y también es profesor del Seminario de la vieja Miróbriga. Es autor de publicaciones de distinto tamaño y género, en otras disciplinas y de numerosos artículos referentes al campo y la Tauromaquia. Según recoge su biografía en el libro, desde pequeño ha vibrado con todo lo referente al terruño que lo vio nacer y a ello se ha entregado en cuerpo y alma, dentro de los inevitables límites que todos tenemos. El libro, eminentemente taurino, quiere ser sobre todo una publicación que dibuje el rastro de humanidad que hay detrás de cada historia relatada.