La ONG albacetense Stop Ceguera acaba de regresar de Meki, en Etiopía, en lo que ha sido su segunda campaña en la mencionada ciudad en los últimos seis meses. En esta campaña los profesionales de esta organización han visto a 533 pacientes en cuatro días y medio de trabajo, encontrándose todas las patologías que conducen a la ceguera en estos países, muchas de ellas ya no se ven en nuestro entorno. También los miembros desplazados de la ONGvisitaron la escuela de niños ciegos de Shashamene, donde residen 98 niños con pérdida completa de visión. 

La expedición de nueve personas estaba compuesta de un oftalmólogo, una enfermera y dos logistas de Albacete, una optometrista y una logista de Madrid,  una oftalmóloga y un intensivista de Murcia, y una enfermera de Logroño. 

Aparte de las cataratas que también se detectan en nuestro entorno, aunque no con la misma precocidad ni incidencia que en el continente africano, la expedición ha tratado otras muchas patologías que conducen a la pérdida irreversible de la visión, como es el caso del tracoma, una infección por un germen del género clamidia y que se transmite por las secreciones oculares a través de las moscas. El tracoma fue endémico en Andalucía oriental en los años 50. Es una enfermedad que cursa con inflamación crónica de los párpados que finalmente hace que las pestañas crezcan hacia dentro y el roce continuado de pestañas en la córnea hace que esta última se opacifique. El tracoma se previene con higiene. El simple lavado de cara y manos evitaría muchos de los casos que terminan en ceguera.

La otra dolencia de la que se han visto casos en este viaje es la hipovitaminosis A en la infancia, por malnutrición, afecta al desarrollo de la retina y produce xeroftalmia, una condición en que la córnea se seca y pierda su transparencia. La solución sería muy fácil, proveer a los niños con una alimentación adecuada. En este viaje acudió a la consulta un niño de dos años con un tumor en la órbita que le empuja el ojo hacia afuera y el objetivo es traerlo hasta Albacete para su diagnóstico e intervención quirúrgica.

La ONG se encuentra en el proceso de abrir una clínica permanente en Meki, dotada de dos quirófanos y toda la tecnología necesaria.