El Albacete Fútbol Sala atraviesa por un buen momento que se ha materializado en un comienzo de temporada prometedor en el Grupo 4 de Segunda División B, hasta el punto de haber alcanzado la mejor clasificación (aun provisional) de las cuatro temporadas en las que el equipo blanco ha competido en esta categoría. 

La creación de la Segunda División B fue producto de renombrar las distintas categorías que conformaban el fútbol sala nacional para convertirlas en homónimas de las futbolísticas. Comenzó su andadura en la temporada 2011-2012, que también fue la primera del Albacete FS en esta categoría tras haber descendido de la antigua División de Plata en pleno proceso de decadencia del club por sus problemas económicos.

Desde entonces, el conjunto albaceteño ha participado en cuatro ocasiones en la Segunda B. En la campaña 20-21 regresó a ella, en esta ocasión tras ascender desde la Tercera División, cuya dura travesía del desierto duró ocho años.

En esta segunda campaña consecutiva en la categoría, el Albacete FS está consiguiendo sus mejores registros. Tras una temporada 2021-2022 en la que hubo de batallar hasta las últimas jornadas para consolidarse, en la presente está siguiendo una trayectoria ascendente después de unos inicios dubitativos con dos derrotas en cuatro jornadas. En el último mes de competición, el equipo de Diego Garrido ha cosechado tres victorias y un empate (10 puntos) que le han situado en la cuarta posición del grupo, con los mismos puntos que el Ciudad de Móstoles, a tres del segundo clasificado Rivas y a cuatro del líder Tres Cantos, a quines visitará precisamente para cerrar la primera vuelta.

Los blancos ocupan, pues, una de las cuatro plazas de 'playoff' de ascenso a Segunda División, una categoría que perdió hace más de una década y que, al menos a medio plazo, aspira a recuperar.

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