El Albacete tiene una prueba de fuego

Juan Carrizo
-

El equipo de Rubén de la Barrera disputa su último partido de liga como visitante con la intención de revertir la situación y recuperar las buenas sensaciones perdidas

Fran Álvarez y Julio Alonso tratan de robar el balón a un jugador del Betis Deportivo en el partido jugado en el Belmonte. - Foto: José Miguel Esparcia

El Albacete ha tenido su peor bache en el momento clave de la temporada. Justo cuando estaba en disposición de luchar por la primera plaza llegaron los peores resultados, las peores sensaciones y hasta las críticas de una afición que se ha ido tragando los malos partidos que el equipo hacía fuera de casa porque en el Belmonte las cosas tenían otra cara.

Con la sensación de que se podía haber resuelto la temporada a poco que el Alba hubiera tenido algo de regularidad fuera de casa, la afición mostró el pasado domingo su malestar por ver como una tras otra se fueron escapando oportunidades y los mismos jugadores que dominaban y superaban con autoridad a sus rivales en el Belmonte eran vapuleados y minimizados en otros campos.

La derrota ante el Andorra fue el disgusto definitivo, no solo por el resultado, sino por la sensación de debilidad y desidia mostrada por la plantilla. La derrota frente al Nástic, en un partido en el que solo se jugó bien durante 10 minutos, desató los silbidos.

El primer puesto es ya una utopía, por mucho que las matemáticas todavía digan otra cosa, así que ahora el objetivo es quedar segundo, para ello hay que ganar los dos partidos que quedan y esperar un resbalón del Villarreal B. Y no solo es quedar segundo para tener un mejor cuadro en el playoff, también es recuperar sensaciones y buen fútbol, aunque lo que muestra el equipo es un cansancio mental acumulado, o al menos lo que muestran algunos jugadores sobre el terreno de juego.

(Más información en la edición impresa y en la APP de La Tribuna de Albacete (https://latribunadealbacete.promecal.es))