El Ayuntamiento de Albacete ha publicado los datos de los expedientes sancionadores que gestionó Medio Ambiente por incumplimiento de la Ordenanza Cívica y de la norma de medio ambiente de enero a septiembre de este año, unos datos que ponen de manifiesto que, una vez más, la conducta incívica más sancionada es la que tiene que ver con el ruido. En concreto, en los nueve primeros meses del año, se registraron 806 expedientes sancionadores por incumplir las ordenanzas de medio ambiente y la reguladora de los espacios públicos de Albacete para fomentar y garantizar la convivencia ciudadana, de los que 335 fueron por ruido, lo que supone un 41,5% del total de multas tramitadas por el Ayuntamiento de Albacete en este sentido. De las más de 330 sanciones por contaminación acústica, 321 fueron por ruidos transmitidos por particulares entre las 22 horas y las ocho de la mañana, mientras que 10 fueron por molestias a terceros también entre particulares. Las cuatro restantes tuvieron que ver con ruidos transmitidos por actividades, como pueden ser las derivadas de la hostelería (superar los decibelios en un local o dejar las puertas abiertas y que la contaminación acústica salga al exterior). 
Antes, la acción incívica más numerosa era miccionar en la calle y, en segundo lugar, el botellón, pero la contaminación acústica desbancó a estas dos prácticas hace unos meses y cada vez se sanciona más a personas que causan molestias por ruido, sobre todo, tras la pandemia. Hay quienes prefieren seguir quedando dentro de sus domicilios y los vecinos toleran cada vez menos las actividades acústicas molestas. 

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