El ciclo de la luz y la oscuridad

Sara Borondo
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Un rey caído protagoniza un metroidvania 2D plataformero dibujado a mano y de una dificultad muy elevada

El año se despide con el lanzamiento de un recomendable metroidvania plataformero que es la ópera prima de Aeternum Game Studio, que ha realizado una apuesta fuerte para su primer juego y ha acertado. Aeterna Noctis es, ante todo, un juego de plataformas difíciles y exigente que recuerda a Celeste o a Ori and the Blind Forest, influencia esta última que los propios desarrolladores reconocen junto a Hollow Knight.

Las batallas contra los jefes finales son los momentos en los que el combate realmente se complica por los patrones que siguen, con momentos que se convierten en verdaderos bullet hell. No hay barra de vida del enemigo, pero el color de los números de daño que se le inflige indica la cantidad de vida que le queda.

Los primeros momentos son una bella narración; en forma de vidrieras se cuenta cómo el dios Caos creó el mundo pero los líderes se enfrentaron entre sí y el dios les maldijo con la inmortalidad y a matarse mutuamente en un ciclo interminable. El juego comienza cuando el rey de la Oscuridad ha sido derrotado, cae y debe ir recuperando todos sus poderes consiguiendo las llaves que le permitan acceder a distintas puertas. El protagonista no tarda en revelar un carácter difícil y caprichoso y su manera de expresarse contrasta con el lenguaje arcaico que emplean el resto de los personajes, pero la historia tiene los suficientes giros de guion como para mantener el interés.

Las plataformas requieren habilidad y rapidez con el mando y precisión en el control; son difíciles, pero justas. No se puede achacar nunca a un fallo de diseño sino a la falta de pericia del jugador y los obstáculos y trampas son implacables con un solo toque. Esta dificultad se hace soportable por los numerosos puntos de control que hay en los mapas.

La progresión del juego está muy lograda; la espada y el salto sencillo con los que comienza el protagonista se van ampliando a una buena cantidad de opciones de moverse y atacar que resulta interesante, sobre todo por las posibilidades de personalizar al personaje. En la segunda mitad del juego es donde se asienta la jugabilidad con personalidad propia.

El mundo de Aeterna está dibujado a mano con un estilo muy agradable a la vista y un estilo con aire anime; todo se ve con un despliegue de animaciones. Quizás en algunos casos hay demasiados efectos en pantalla, pero queda vistoso.

El mismo cuidado que han puesto los desarrolladores en el aspecto del juego se lo han dado al doblaje, en ocho idiomas con actores profesionales reconocidos para algunos momentos y en el resto un lenguaje inventado agradable de escuchar.

Con unas 20 horas de duración mínima y hasta 60 horas de juego para quien quiera descubrir todos los rincones, nadie diría que se trata del primer juego del estudio con sede en Talavera de la Reina (Toledo), y esto es así porque Aeternum Game Studio está formado por gente con bastantes años de experiencia en programación y marketing de otros sectores y han sabido aplicar con mucho acierto esos conocimientos y ha sido desarrollado dentro de la iniciativa PlayStation Talents con la que Sony busca apoyar el desarrollo español. Está disponible en consolas PlayStation y Xbox y PC, en Switch el lanzamiento se producirá más adelante.

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