Gestos que salvan vidas

T.R
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Esther Cárceles e Isabel Villena, enfermeras del Hospital de Almansa, fueron las primeras en actuar en el accidente del pasado lunes en la A-31, pero contaron además con el apoyo de una médico, otra enfermera y un técnico sanitario

Varios agentes de la Agrupación de Tráfico durante el accidente en la A-31. - Foto: Arturo Pérez

Las enfermeras Esther Cárceles e Isabel Villena regresaban de trabajar del turno de noche en la planta Covid de Medicina Interna del Hospital de Almansa cuando se encontraron con un accidente de tráfico en la autovía, a la altura de Chinchilla. Un camión había volcado y atravesaba la mediana ocupando ambos carriles de la vía, mientras un grupo de conductores trataba de sacar al camionero. No lo dudaron un momento, pararon el coche, se miraron y dijeron vamos a ayudar. Cogieron unos guantes y corrieron por el asfalto en dirección al camión siniestrado.

Afortunadamente el camionero salió del camión por su propio pie, pero Esther e Isabel le empezaron a preguntar cómo se encontraba y si había sufrido alguna herida. Estaba ileso, pero muy nervioso, en estado de shock. Por ello, decidieron quedarse y acompañarlo mientras llegaban los servicios de emergencia del 112 y policiales. 

En ese momento las enfermeras escucharon un golpe muy fuerte, se giraron y vieron cómo un camión se tambaleaba y giraba para los dos lados hasta que recuperaba el control, momento en que pensaron que el accidente había sido más gordo «porque nos dio la impresión de que se había llevado algo por delante». Al principio pensaron que podía ser un peatón, que como ellas había salido del coche para ver qué ocurría con el primer accidente, pero seguidamente un camionero les hizo señales para que acudieran a ayudar. Entonces comprobaron que el turismo arrollado por el camión se había quedado como un acordeón y el conductor se encontraba ensangrentado y semiconsciente.

El destino quiso que en esta labor de socorro no estuvieran solas, porque a la zona del accidente llegó Mónica, una médico del centro de salud de Almansa, que saliente de guardia, había parado al ver los accidentes. Gracias al maletín que llevaba Mónica estas sanitarias pudieron tomarle la tensión al primer camionero accidentado y después atender, poniéndole una vía y tomándole las constantes vitales, al conductor del turismo, al que no paraban de hablarle para evitar que se durmiera mientras llegaban los equipos sanitarios de urgencias. Momento en el que también acudió a esta llamada de socorro Carmen, otra enfermera que venía de Yecla, que también aportó su granito de arena en los cuidados al herido y el resto de conductores involucrados en este doble accidente. Vital resultó además la ayuda en este engranaje de la llegada de una ambulancia de soporte vital básico que iba a recoger a un paciente a Almansa, cuyo técnico sanitario ofreció su apoyo y cedió todo el material sanitario necesario para una buena respuesta, con bala de oxígeno incluido, al herido.

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