El diagnóstico de fibromialgia se retrasa y llega a cinco años

Teresa Roldán
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La doctora Sandra Soro aseguró que el síntoma de inicio es el dolor musculoesquelético generalizado

La doctora Sandra Soro, en su consulta de Reumatología del Hospital Perpetuo Socorro. - Foto: S.S.

La fibromialgia y la fatiga crónica son enfermedades que pueden confundirse fácilmente, en ocasiones van de la mano. Sin embargo, una de las principales diferencias entre ambas es que en la fibromialgia suele predominar más los síntomas de dolor muscular que el cansancio, más presente en la fatiga crónica.

La doctora Sandra Soro, especialista en Reumatología en la Gerencia de Atención Integrada de Albacete, asegura que la fibromialgia es una patología de un diagnóstico complejo. «En general la enfermedad empieza como un dolor musculoesquelético generalizado, pero se van sumando otros síntomas, como la cefalea, el cansancio, las alteraciones del sueño; a veces se asocian también otros síntomas como intestino irritable, hormigueos, incluso trastornos de memoria y cognitivos».

Esa complejidad en la sintomatología, que varían entre un paciente y otro, hace, en opinión de la doctora Soro, que «el diagnóstico se retrase y puede llegar a ser de hasta cinco años».

Aunque no existe un registro concreto de cuántos pacientes en la provincia de Albacete están diagnosticados de esta dolencia, a nivel nacional se estima que la prevalencia en población adulta se sitúa entre el dos y el seis por ciento, un porcentaje que seguramente sea muy superior «teniendo en cuenta que sigue siendo una patología que está infradiagnosticada», agregó la especialista en Reumatología del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete.

Si bien se han descrito casos de aparición de esta enfermedad en niños, lo habitual es que empiece a detectarse a partir de los 20 o 25 años. «Como cada vez se conoce más la fibromialgia y fatiga crónica la diagnosticamos a un mayor número de pacientes, incluso a niños», agregó la especialista de Reumatología de la GAI de Albacete, que no obstante informó que «en esta dolencia es necesario un abordaje multidisciplinar porque no sólo tratamos el dolor, sino que se requiere la implicación de otros especialistas para tratar otros síntomas como la depresión».

La doctora Sandra Soro precisó que al no conocerse la etiología de la enfermedad por el momento no se emplean fármacos biológicos inmunosupresores para mejorar los síntomas, que en cambio sí se emplean en el tratamiento de otras enfermedades reumatológicas.

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