«La frecuencia e intensidad de las pandemias crecerá»

A.G.
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El investigador del CSIC, que ofrece hoy una conferencia en el Jardín Botánico, destacó que «los ecosistemas bien conservados reducen el riesgo de zoonosis»

Fernando Ballesteros, director del grupo de Ecología y Cambio Global del Museo Nacional de Ciencias Naturales. - Foto: CSIC

El investigador del CSIC Fernando Valladares, director del grupo de Ecología y Cambio Global del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), cierra hoy jueves el ciclo de conferencias del Jardín Botánico.

El reputado divulgador, ganador del el premio Rey Jaime I de Investigación en 2021, ofrecerá a partir de las 18,30 horas una conferencia con el título Biodiversidad, pandemias y función ecológica: mucho en juego.

¿Resulta agotadora la divulgación científica en estos tiempos, en los que hay tantos vehículos para difundir informaciones poco rigurosas o directamente falsas?

Sí, hay mucho que batallar, pero después de tantos años en esto, me he dado cuenta de que tenemos que unir fuerzas con los profesionales de la comunicación. Desde la ciencia tenemos esa oportunidad de hablar desde otro ángulo para contrarrestar todos los bulos y la proliferación de datos falsos.

En su conferencia expone como la pérdida de biodiversidad afecta directamente a nuestra salud, ¿es quizá la mejor forma de concienciar a la gente?

Sí. A base de explorar qué lenguaje utilizar, he encontrado que una de las formas que mejor funciona es relacionar los problemas ambientales  con la salud, porque todo el mundo se preocupa por su salud o la de sus allegados, como hemos podido ver con las pandemias.

Mucha gente se ha quedado asombrada al ver la relación entre la pérdida de biodiversidad y pandemias. La biodiversidad son las piezas de un ecosistema y cuando las vas perdiendo, este funciona peor y eso, tarde o temprano, acaba afectando a la salud de las personas. En el caso de las pandemias, porque surge un brote zoonótico, con el paso del virus de una especie animal a la humana, que normalmente ocurre por el fallo de un ecosistema alterado o una actividad humana poco amigable con la naturaleza. 

Como especialista en la divulgación sobre ecología, ¿cómo pueden resumirse los problemas ambientales a los que nos enfrentamos?

Junto a esa pérdida de biodiversidad, los mayores son el cambio climático y las distintas formas de contaminación, todos ellos muy relacionados.

Son tres ejes de nuestra actual crisis ambiental y los tres pasan por afectar mucho las funciones ecológicas, nuestra salud e incluso nuestra sostenibilidad como especie.

¿Es el primer paso para combatir esos problemas conocer bien sus causas?

Efectivamente, esa es mi cruzada principal en la comunicación de la ciencia, a través de todos los formatos disponibles. Ensayamos muchas formas de ayudar a que la gente entienda lo que está en juego, como que podamos vivir sanos y felices.

En el caso de las pandemias, me temo que vamos a hablar mucho de ellas. Ahora estamos preocupados por la viruela del simio, pero pronto habrá otra, porque la frecuencia e intensidad de las pandemias va a crecer por la degradación ambiental. Hay una estadística tremenda que indica que, hace 20 años, la probabilidad de vivir una pandemia a lo largo de la vida era del 30% y ahora supera el 70%.

Tenemos que tomar medidas decididas para revertir esa tendencia, pero nos lo estamos tomando con mucha calma, porque parece que tenemos muchas cosas importantes y lo digo con ironía, porque no hay nada más importante que la salud.  

En concreto, ¿cómo nos ayudaría mantener ecosistemas equilibrados? 

Como ejemplo, los ecosistemas bien conservados, que mantienen sus funciones ecológicas, reducen el riesgo de zoonosis a través de tres mecanismos: mantienen controlada la demografía de las especies reservorio, a través de depredadores o la competencia entre especies; diluyen la carga de los patógenos al compartirse entre especies similares. aunque no iguales; y el último tiene que ver con la diversidad genética de una misma especie, porque no es lo mismo que seamos genéticamente próximos o distintos, como hemos visto con la Covid. 

¿Llegan ya tarde las medidas para frenar la degradación? 

Lo que tengo claro es que no podemos hablar de futuro, tenemos que conjugar en presente porque esto está ocurriendo ahora, como puede comprobarse con el cambio climático o el número de especies en peligro de extinción.

Hay gobiernos que han querido avanzar, pero nos hemos dado de bruces con la realidad que pretendíamos evitar en el futuro. Las crisis económicas o coyunturales surgen de la crisis ambiental, pero seguimos viendo ministerios que abordan de modos distintos problemas que son el mismo.