La cita es en el Museo Municipal de Albacete. Juan Bravo Castillo, codirector de Barcarola, comentó a La Tribuna de Albacete las singularidades del número 100 de la revista de creación literaria, que se presentará mañana, a las 19,30 horas, en el Museo Municipal de Albacete. Una brillante andadura que comenzó en 1979. 

La revista nació en 1979, ¿pensó que podían llegar tan lejos?

En absoluto, teníamos el referente de Ágora, que había tirado tres ejemplares magníficos y luego, Cal y Canto, otra revista de los años 50, que nació por iniciativa de Gómez Picazo, de gran importancia en el mundo cultural y político albacetense,  que hizo cuatro ejemplares. Nosotros cuando, iniciamos esta andadura, pensamos que podríamos llegar a ocho, 10 números. 

Los pasaron de largo...

Bueno, como en el mundo del deporte, donde se estila eso de hay que ir día a día, eso es lo que hicimos, no pensando en la posteridad sino dónde podíamos llegar. Hubo una serie de encuentros y fue fundamental el que tuvimos con Salvador Jiménez y José María López Ariza, con la primera alcaldía socialista, democrática. Ellos se enamoraron de la idea de Barcarola, porque los cuatro primeros números se hicieron a través de suscripciones y anuncios y, a partir de ahí , con ese apoyo de Ayuntamiento y Diputación Provincial. 

Como anécdota, te cuento que yo cedí la cabecera, Barcarola, que compré por 47.000 pesetas de aquella época, al Ayuntamiento de Albacete por una peseta y, a partir de ahí la cosa fue funcionando, ya con apoyo económico.  

¿Ya con los grandes nombres de la literatura española y universal en la «nómina» de la revista?

El apoyo de Alonso Zamora Vicente fue fundamental. Hay que tener en cuenta que Barcarola nació casi al mismo tiempo que Cultural Albacete y fue precisamente Zamora Vicente el que advirtió que había un grupo en torno a Barcarola, muy activo, que influyó en la creación del Cultural Albacete. Dicho por los propios directores de la Fundación Juan March, eso influyó. También un amigo de Zamora Vicente, que fue Vicente Aleixandre, nos mandó una carta de apoyo preciosa. 

¿A partir de ese momento llegaron las grandes firmas a la revista de creación literaria?

Claro, Antonio Beneyto, Antonio Martínez Sarrión, los albacetenses de la diáspora, uno en Barcelona y otro en Madrid, que nos ayudaron mucho. Te hablaría también de Juan Benet,  Antonio Arrabal, Antonio Gala, Luis Rosales... Yo siempre digo que la literatura española de los últimos 50 años está ligada a Barcarola, con la única idea de crear cultura y de eso se dieron cuenta todos esos grandes creadores que nos han ayudado muchísimo a lo largo del tiempo. Luego, hubo una época muy bonita con Caballero Bonald y con Félix Grande, que estuvo con nosotros hasta el final. 

Les acompañan grandes escritores, como se puede ver ahora.

Seguro, ahí está Luis Alberto de Cuenca o el propio Arrabal, junto a otras grandes firmas. 

¿Momentos difíciles?

Barcarola es un ejemplo de lo que se puede hacer cuando hay una colaboración entre la gente, con honradez, ideas y ganas de trabajar, con la política, porque con nosotros, sin excepción, han colaborado y nos han apoyado todos los alcaldes y presidentes de la Diputación, de uno u otro color político. Creo que la revista Barcarola es un claro ejemplo de lo que se puede hacer a través del acuerdo.    

¿Qué encontrará el lector en este número tan especial?

Es un hermoso número digno de figurar en las hemerotecas. Gira en torno a la figura del gran poeta leonés Antonio Gamoneda, Premio Cervantes en 2006, autor del Libro del frío (1992), una de las obras clave de la poesía española de nuestros días. El extenso dossier, Pensar la luz, coordinado por Rubén Pujante, y en el que se ha implicado directamente el propio Gamoneda, con una serie de textos inéditos de gran valor y de orientaciones diversas, constituye una joya bibliográfica  y es, sin duda una aportación importante de Barcarola  a la poesía hispánica actual.

Acompañando al dossier, las habituales secciones, en las que nos cabe el orgullo de reconocer el aluvión de textos y aportaciones inéditas, tanto de poesía, como de narrativa, o ensayística, firmas impresionantes   que han llegado con motivo de esta celebración del número 100, parte de la cual lamentablemente nos hemos visto obligados a dejar para la siguiente entrega.  

¿Cómo será la gala conmemorativa del número 100?

Será sencilla. Viene Fernando Arrabal y habrá una serie de lecturas de escritores ligados a Barcarola, entre ellos Miguel Ángel Galladro, y espero que nos acompañen el alcalde, así como el presidente de la Diputación.  

¿Un sueño cumplido?

Realmente creo que estamos ante un sueño cumplido con esta revista. Nadie  de los que comenzamos esta aventura  esperábamos llegar aquí.  Nos sentimos satisfechos de haber hecho efectivo el viejo dicho de que nunca se llega tan lejos como cuando uno no sabe adónde va. Creo que hemos sabido ser lo bastante honestos para granjearnos la confianza de nuestros patrocinadores y de nuestros colaboradores y de todos hemos aprendido.