Felipe y Calerito triunfan en una novillada con incidencias

Pedro Belmonte
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Los bueyes debieron retirar al sexto, por falta de luz, en Alcadozo, donde el local y el sevillano cortaron tres orejas por coleta, mientras que Serrano se hizo con una

El novillero local Sergio Felipe porta las dos orejas del cuarto. - Foto: Pedro Belmonte

Todo discurría con normalidad, con mucho tiempo entre novillo y novillo debido a que debían salir directamente del camión al túnel de chiqueros, pero cuando le llegó la hora al sexto, el animal no quiso salir, con lo que pasó media hora, y la luz se hizo imposible, por lo que el presidente optó por la suspensión, pero al final, el novillo bajó y saltó al ruedo, siendo imposible su lidia y además, el animal desarrolló peligro. Tres avisos y los bueyes a la plaza para retirar al de Mariano Arroyo.

Antes de este sainete, Sergio Felipe había desorejado al cuarto de la tarde, lo que junto a la oreja del primero, le ajustó un importante triunfo, con dos novillos, no sobrados de raza aunque nobles, con los que el de Alcadozo estuvo firme, muy ajustado, con pasajes de calidad, sobre todo en el toreo al natural en el cuarto, naturales sueltos, por las dificultades del animal para repetir, pero de trazo muy largo, bien rematados detrás. Lo mató de una estocada y paseó las dos orejas.

El que abrió plaza, fue un ejemplar también falto de casta, aunque noble, y tras una faena de buena compostura, la espada le impidió mayor triunfo, paseando el primer trofeo de la tarde.

Calerito sustituyó a Daniel de la Fuente, convaleciente de una grave cornada hace dos semanas. El segundo de la tarde, con el hierro de Rocío de la Cámara, fue muy parado en el primer tercio, cuajándole una faena con aseo al utrero que no le sobraba la casta. Una estocada muy baja y otra tendida, dejaron el premio en una oreja. 

El quinto, tuvo mejor son, aunque no le sobraba la clase, sembrando algo de desconcierto de salida, llegando al ultimo tercio probando, incómodo y con arrancadas de trazo corto y la cara por arriba. La estocada fue trasera y tendida, pero se le concedieron las dos orejas y al animal se le obsequió con la vuelta al ruedo.

El tercer espada, José Manuel Serrano, tuvo como primer enemigo un novillo muy flojo, al que tuvo que mantener en pie a base de no obligarle y llevarle la embestida con suavidad por arriba. Toreó muy encajado y vistoso, y el animal, con buenas intenciones, no podía con su alma. Pinchó antes de cobrar una estocada y paseó una oreja. 

El sexto fue el del sainete. Después de estar suspendido el festejo, por falta de luz, el animal salió del camión y lo echaron al ruedo, pero aquello parecía más una corraleja americana que un festejo formal, intentando apuntillarlo ante la imposibilidad de darle muerte, ya que el novillo huía y cuando se arrancaba lo hacía con malas intenciones. Tres avisos y bueyes al ruedo para llevarse al de Mariano Arroyo.

Se lidiaron cuatro novillos de Mariano Arroyo, que salieron en primer, cuarto, quinto y sexto lugar y dos de Rocío de la Cámara, lidiados en segundo y tercer lugar, con cuajo los de Arroyo y todos muy escuetos de casta. El festejo duró tres horas y cuarto y al no disponer de luz artificial, fue demasiado metraje para una novillada con picadores, pues la espera entre novillo y novillo fue demasiado larga.

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